NOTA DE PRENSA

La directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine reiteró que Panamá no genera la migración irregular, sin embargo, al Estado panameño le ha tocado invertir dinero para ofrecerle ayuda humanitaria a más de 600 mil migrantes que han pasado por el país en los últimos 4 años.

La directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine dijo que, las condiciones de salud en la que llegan los migrantes por la selva del Darién han llevado a las autoridades panameñas a ofrecerles a hombres, mujeres y familias enteras comida, atención de salud y alojamiento en las estaciones de recepción migratoria.

Gozaine aseguró que la migración irregular es un tema humanitario pero también de seguridad, por eso Panamá ha mantenido una migración ordenada y segura a todos los migrantes que han cruzado por su territorio hacia Norte América.

La Directora de Migración de Panamá pidió comprensión y apoyo a los organismos internacionales por la crisis migratoria que vive Panamá hoy con el paso de migrantes y que también tuvo que afrontar durante la pandemia del Covid-19.

Luego de que comerciantes del área fronteriza de Paso Canoas en Costa Rica, anunciaran una huelga por los problemas que están generando los migrantes irregulares, la directora Gozaine se solidarizó con la preocupación de estas personas, pero dejó claro que Panamá no genera la migración irregular.

Es una situación, agregó, que en vez de mejorar ha empeorado, pese a las negociaciones con Colombia, no se ha llegado a acuerdo, no se ha compartido información ni ha habido gestiones que pudieran ayudar a Panamá a manejar el flujo irregular, que se ha incrementado
considerablemente en los últimos días.“Lamentablemente Colombia no ha encontrado una forma de ayudar a la región, con el control del paso de migrantes o impedir el ingreso de estas personas por un área fronteriza que es selvática”, indicó la directora Gozaine. Agregó que es una situación que se entiende, pero “Panamá no tiene otra forma para manejar esta crisis, que permitir que sigan su paso. Solo el 1.1% pide refugio en Panamá y los demás quieren continuar de manera libre y sin problemas por nuestro territorio”.

El pasado mes de julio pasaron 50 mil migrantes por la selva darienita de 266 kilómetros. El año pasado el flujo migratorio fue 250 mil personas y en lo que va de agosto, van 258 mil personas en tránsito, a quienes se les ha dado atención.

La directora Gozaine, en conferencia de prensa, aprovechó la oportunidad para explicar que el paso de los migrantes por la selva deja contaminación y basura en el entorno y se vive un drama cruel, en donde madres pagan con sus hijos al crimen organizado para cruzar por este trayecto.

Es importante, indicó Gozaine, hacer un llamado a las organizaciones internacionales, para que contribuyan con el orden del flujo migratorio, toda vez que Panamá, que ha invertido dinero para atender a estas personas, no puede tomar decisiones sobre este problema.