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Venezuela estaría armándose fuertemente desde Irán después de que el pasado 21 de junio un Boeing 747-200F de carga aterrizara en la base militar El Libertador (Bael), ubicada en Palo Negro – Maracay y que venía del país asiático.
Según la revista Semana que divulgó esta exclusiva, el avión es de la aerolínea iraní Fars Air Qeshm y controlada por Mahan Air. Esto se suma al desplazamiento irregular, por el Océano Atlántico, de dos buques de la armada de Irán que iban en dirección a Venezuela. En el avión de junio llegaron, al parecer, 1.500 misiles, 400 bombas, 500 cohetes, 30 contenedores y 35 radares y que serían parte de la operación Escudo Boliviano 2021.
Esta nave ya había sido sancionada en 2019 por Estados Unidos por ser señalada de transportas “material letal” a Siria para apoyar al presidente de ese país.
Específicamente se trata de misiles antibuque AGM-84, AGM-65G, misiles aire-aire AIM-7, Sparrow AIM-9X Sidewinder, sistema de radar AESA APG-83 SABR, contenedores UPK-23-250, lanzador UB-32 con cohetes S-5, bombas ZAB 500 kg, bomba RBK 500 kg, fusiles de asalto ligeros reparados AK-103 calibre 7,62 mm y rifles Masaf calibre 51,62 mm, afirma Semana.
El documento donde se enlistan estos armamentos fue hecho por el mayor general Gerson Enrique Labrador, director general del despacho del Ministerio de Defensa venezolano y entregado al comandante de la Defensa Aeroespacial Integral de la Nación por parte del mismo jefe de la cartera de Seguridad, Vladimir Padrino López.
En dicho documento se pide que el armamento debe ser llevado a los distintos pañoles de armas de la Fuerza Armada Bolivariana y a los comandos. Para septiembre el comandante de la Aviación venezolana, Pedro Alberto Juliac dijo que ya revisó las armas y que queda a la espera de las órdenes para ensamblar y maniobrarlas.
Además, Semana tiene en su poder un documento en el que por orden de Maduro fueron enviados a la frontera con Colombia algunas personas para labores de inteligencia la pasada semana, cuando Iván Duque estaba en Villa del Rosario conmemorando el bicentenario de la firma de la Constitución de la Gran Colombia de 1821. Desde ahí se debía “informar cualquier novedad a la brevedad al ente encargado”.
También fueron enviados algunos drones al estado de Táchira, en la frontera con Villa del Rosario y a Cúcuta (Norte de Santander).
La revista confirmó, por otro lado, que a Venezuela también llegaron profesionales entrenados para manejar las armas y en inteligencia de Irán y al mismo tiempo han enviado miembros de las fuerzas armadas de Venezuela a ese país buscando entrenarlos con cursos de defensa y estrategia. El medio también confirmó con otro documento que Maduro estaba listo el mes pasado para revisar el armamento.
Todos los textos terminan con “Chávez vive, la patria sigue. Independencia o nada… ¡Viviremos y venceremos!”
Semana explica que en el armamento del régimen hay bombas Zab de 500 kg, RBK de 500 y hasta 500 lanzadores Ub-32, todos provenientes o fabricados en Rusia y 300 misiles AIM-7 Sparrow, 250 misiles antibuque, 100 misiles antibuque AGM-84, entre otros, de fabricación estadounidense.
Maduro ya había advertido de la posibilidad de adquirir material Iraní cuando hace unos meses dijo que estaban viendo la oferta de armamento de ese país para “reforzar la defensa de Venezuela”. Esto después de que en el Gobierno de Trump se dijera que no iban a permitir que a Venezuela llegaran misiles de largo alcance provenientes de Irán y que si aterrizaban en ese territorio los eliminaban.
Por ahora se desconoce el objetivo de la adquisición de este armamento, pero tanto Colombia como Estados Unidos y el resto de la región, ya están preparadas.