TEXTO: NADIA TRONCHONI/ EL PAÍS

El anuncio de la creación de una Superliga europea, impulsada por 12 de los grandes y más poderosos clubes del continente, ha sacudido el panorama futbolístico. Una competición elitista y que previsiblemente moverá miles de millones de euros, que ha provocado la reacción de la UEFA por el efecto que tendría en la Champions League. Estas son las principales claves para entender en qué consiste y cómo funcionará esta revolucionaria competición:

¿Qué es la Superliga europea?

Es una competición de clubes europeos, independiente de las ligas nacionales o las competiciones europeas impulsadas por la UEFA (Champions League, Europa League y Supercopa europea).

Un campeonato semicerrado que, por el momento, cuenta con 12 clubes fundadores que tendrían garantizada su participación independientemente de los resultados deportivos. A ellos se podrían sumar tres clubes invitados (se habla del PSG y el Bayern de Múnich; también del Borussia Dortmund, aunque por ahora ha rechazado incorporarse); otros cinco equipos se clasificarían cada año para poder disputarla o recibirían invitaciones.

¿Qué equipos integran la Superliga?

Los clubes fundadores son 12: seis ingleses (Manchester United, Liverpool, Chelsea, Manchester City, Arsenal y Tottenham), tres españoles (Real Madrid, Barcelona y Atlético) y tres italianos (Juventus, Milan e Inter).

¿Cómo se articulará la competición?

Los 20 equipos que la disputen cada año quedarán divididos en dos grupos de 10, con partidos a ida y vuelta. Los tres primeros de cada grupo pasarán al sistema de eliminatorias a ida y vuelta a partir de cuartos de final. Los cuartos y los quintos jugarían una eliminatoria para completar los ocho equipos de cuartos. En total, se disputarán 197 partidos.

¿Cuándo empezará la Superliga?

El inicio de la competición está previsto para agosto de 2022. La competición se jugaría entre semana, salvo la final.

¿Cuánto ganarán los clubes de la Superliga?

De inicio, los integrantes de la Superliga se repartirán 3.525 millones de euros procedentes de diversos inversores. El reparto, si finalmente son 15 los fundadores (12 más los tres invitados) sería así: 350 millones de euros para seis clubes, 225 para cuatro, 112′5 para dos y 100 para tres clubes, repartido de acuerdo a un sistema interno no sujeto a la clasificación de cada año.

Además, se estima que se ingresarán 4.000 millones de euros por derechos de televisión. Un 65% de esos 4.000 millones sería para los fundadores; un 20% se adjudicaría por méritos deportivos en la competición y un 15% por distribución comercial. Así pues, los 20 clubes ingresarían, como mínimo, unos 60 millones por participar. El ganador recibiría algo más de 250 millones de euros, más del doble de lo que recauda el ganador de la actual Champions League.

¿Quién dirige el proyecto?

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, será el presidente de la Superliga. Los vicepresidentes serán Andrea Agnelli, presidente de la Juventus, y Joel Glazer, propietario del Manchester United.

¿Cuál es la posición la UEFA y de las federaciones nacionales?

La UEFA, en un duro comunicado emitido al oficializarse la noticia, calificó de “cínico” el proyecto de la Superliga y avisó de las consecuencias para los clubes y jugadores implicados: “Los clubes afectados no podrán participar en ninguna otra competición a nivel nacional, europeo o mundial, y sus jugadores podrían verse privados de la oportunidad de representar a sus selecciones nacionales”, señalaba la nota.

“La UEFA, la FA (la federación inglesa), la Real Federación Española de Fútbol, la FIGC (federación italiana), la Premier League, LaLiga, Lega Serie A, pero también la FIFA y todas nuestras federaciones miembro, seguiremos unidos en nuestros esfuerzos para detener este cínico proyecto, un modelo que se basa en el interés propio de unos pocos clubes en un momento en el que la sociedad necesita más que nunca la solidaridad”, añadía el comunicado, que suscriben las diferentes ligas y federaciones afectadas.

También la FIFA mostró este lunes su rechazo a la creación de la Superliga europea, una competición “separatista y cerrada” que no respeta los principios de “solidaridad, inclusión, integridad y redistribución económica”, y ha pedido a todas las partes implicadas que mantengan “un diálogo tranquilo, constructivo y equilibrado” por “el bien del fútbol”.

¿Cuáles han sido las reacciones en Europa?

El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Cultura y Educación, Margaritis Schinas, criticó la iniciativa al considerar que va en contra de valores que promueve la Unión Europea, como la diversidad y la inclusión. “Debemos defender un modelo de deporte basado en valores europeos como la diversidad y la inclusión. No cabe reservarlo a algunos clubes ricos y poderosos”, escribió en un mensaje difundido en su cuenta de Twitter.