LA NACIÓN

Tan pronto recibía los guiones con los que terminaba La casa de papel, Álvaro Morte no podía evitar sentir miedo, porque no sabía del rumbo que tomaría si dejaba el personaje del «Profesor», el cerebro tras el robo del oro.

La más reciente temporada de la serie española concluyó con la banda contra las cuerdas, incluyendo la muerte de Tokio (Úrsula Corberó, narradora de la historia) y la policía y el ejército a punto de tomar el control.

«Cuando haces un serie con tanto éxito y que genera tantas expectativas tan brutales de cómo se va a terminar, cuando estás trabajando en ella y recibes los guiones tienes miedo de qué vas a pasar con ello y corres el riesgo de que te entreguen no te convenga y digas que a lo mejor no le gusta al público», comenta el actor.

«Teniendo en cuenta la cantidad de fans que tenemos en todo el mundo, es imposible contentar a todos, ojalá pudiéramos hacerlo, pero honestamente debo decir que estoy muy contento con el final», subraya.

Los últimos episodios saldrán en diciembre próximo a través de la plataforma Netflix y desde ya hay varios comentarios que sugieren que la banda será aniquilada.

Otros espectadores esperan un milagro y otros más destacan que en los últimos capítulos ya era más acción que historia.

Morte se encuentra filmando una película, siendo un actor que deambula entre el cine y la pantalla chica, dos medios que aparentemente se encuentran en lucha por el público.

Para el actor de 46 años de edad la cosa es segura: las película deben estrenarse siempre en cines.

«Soy completamente alguien pro cine, con la seguridad de que el cine debería verse a priori en salas y luego, si tiene que tener una vida en la plataforma, que tenga también. Creo que se puede buscar un equilibrio porque hasta ahora es así. Hay que dar tiempo a la gente para disfrutar en las salas, yo haría eso», considera.

Morte estuvo presente en la ceremonia de la octava edición de los Premios Platino a lo mejor del cine y las series de Iberoamérica, donde estaba nominado en la categoría de Mejor Actor por su trabajo en La casa de papel, distinción que recayó en el colombiano Andrés Parra por El robo del siglo.