Foto: Corina Briceño.

Néstor Villalobos llegó a Panamá para mostrar su pasión como cantante y su talento como productor audiovisual

La palabra “Japai” forma parte del argot panameño. Es un vocablo muy coloquial que quiere decir “ganárselo todo”. Néstor Villalobos explica su significado. Es venezolano, pero conoce bien el término. Hace un año fundó su propia empresa de producción audiovisual llamada Japai Films. “La idea es que el cliente haga Japai con nosotros y que obtenga un producto bueno, bonito y barato”, dice muy sonriente.

Al mundo audiovisual llegó gracias a la música. Comenzó a cantar en locales nocturnos cuando todavía era un joven de bachillerato que no alcanzaba la mayoría de edad. Lo hacía a escondidas. Su mamá no estaba de acuerdo, quería que su hijo estudiara ingeniería en petróleo y obtuviera un puesto de trabajo en la más importante empresa del Estado de aquel entonces. Su papá le dio la mano y lo apoyó cuando decidió lanzarse al ruedo musical.

Fue así como Villalobos comenzó su carrera artística. Formó parte de las agrupaciones Los Melódicos y Sin Terceros y participó en el reality show Fama, Sudor y Lágrimas, transmitido por el canal RCTV. “Mi vida es cantar pero nunca tuve recursos para hacer un video musical. Por eso comencé a trabajar en la producción de videoclips para impulsar a los nuevos talentos y eso es parte de lo que hacemos hoy en Japai. Siempre me pongo en los zapatos del joven que quiere triunfar pero no tiene recursos”, afirma el venezolano.

Con su empresa, Néstor Villalobos Films, no solo empezó a hacer videos musicales, también atendía bodas y quince años, hasta que llegó una oportunidad que lo llamó desde Panamá. “Llegué hace dos años y unos meses. No era mi primera vez, había visitado el país doce años atrás cuando me ofrecieron un contrato como artista, pero estaba muy joven y no lo acepté. No quería dejar mi vida en Venezuela. Luego me di cuenta de lo que había hecho pero cuando llamé de vuelta ya habían firmado con otro cantante”, recuerda.

Aun así no se arrepiente de haberle dado otro giro a su vida. En 2014 llegó a Tocumen con su cámara y su computadora en mano, dispuesto a emprender un nuevo camino. “Un amigo me dijo que me ayudaría, que me daría alojamiento en su casa y me presentaría a unas cuantas personas del medio, pero un día antes de que yo llegara, él desapareció, me dijo que no iba a poder recibirme. Estaba solo y por mi cuenta”. Al cabo de unos seis meses logró establecerse de forma independiente y trajo a su familia a vivir con él.

El escape

Japai Films ha trabajado para grandes empresas como El Costo, Nike, RefriCool, restaurante Camilas, LG, entre otras. Villalobos cuenta que encontró al socio ideal cuando conoció a su amigo Marco Ocando, quien le ofreció la posibilidad de constituir la compañía. “Es como un hermano, una persona que siempre me aconseja y me escucha y que además tiene mucha experiencia en el área de marketing. Hoy en día Japai sigue creciendo, tenemos una buena gama de clientes y también trabajamos con agencias. El compromiso es cada vez más fuerte”, apunta Villalobos. A pesar del trabajo diario que le demanda la productora, nunca ha dejado de cantar y por eso forma parte de la banda musical Fusion2, es uno de los vocalistas principales.

Fusion2 mezcla diversos ritmos entre la gaita, el jazz, el funk y la salsa y en su repertorio incluye versiones de temas de Yordano, Omar Alfanno y demás compositores venezolanos y panameños. Villalobos dice que cantar en Fusion2 “es un escape” y también una manera de manifestar su amor por la música. El cine es su otra gran pasión. Néstor sueña con convertirse en director y filmar una película. “Lo retomaré en algún momento”, dice muy seguro. Para el zuliano la única premisa que importa es labrar una buena cosecha en el presente que dé sus mejores frutos en el futuro.

En pocas palabras

Un lugar: México
Una comida: tacos
Un cantante o grupo musical: Roberto Carlos
Un libro: María de Jorge Isaac
Una frase: Para ver lo que nadie ha visto hay que hacer lo que nadie ha hecho.