-Participó recientemente en la Cumbre Latinoamericana de Líderes Jóvenes en Biotecnología que se desarrolló en México.

De niña pensó en ser abogada. Los laboratorios le parecían tediosos. Con 31 años de edad es una de las biotecnólogas mejor preparada de la región, tras cursar 11 años de estudios en Taiwán, donde sacó la licenciatura en ingeniería en producción animal, además de una maestría y doctorado en biotecnología.

Y cómo fue que se enamoró de la biotecnología, un campo, que según la doctora panameña, se dedica a utilizar los recursos biológicos del cuerpo o de un modelo animal para mejorar dolencias o enfermedades.

“Llegando al final de la secundaria vi el tema de la biotecnología y me llamó la atención, me pareció fascinante, y por cosas del destino para ese entonces unos directores de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán visitaron el colegio St. Mary School, que era donde estudiaba”.

Los visitantes estaban buscando a los alumnos más destacados para ofrecerles becas de estudios completas, y Mairim era una de ellas.

“Desde ese momento comencé a vivir el sueño de convertirme en una científica en el campo de la biotecnología. Me enfoqué en lo que quería como siempre hago, ya que me considero muy disciplinada, y trabajé fuerte para adaptarme a un nuevo país y cultura”, contó Solis.

Objetivo

Solis viajó a Taiwán donde también se destacó por su disciplina y talento. Cuando terminó sus estudios tuvo varias ofertas para quedarse, algunas, incluso, llegaron desde Estados Unidos.

“Estoy muy agradecida con las oportunidades que me llegaron, pero quería traer a mi Panamá todo ese conocimiento adquirido en biotecnología, un campo que si bien ha avanzado en el país, apenas se conoce”, explicó.

Solis, desde el Instituto Conmemorativo Gorgas, se dedica principalmente al estudio de las células madre con la firme misión de combatir varias enfermedades.

“Mi objetivo es ver en Panamá a pacientes que se curen con nuestras terapias de células madre”.

Con su experiencia y conocimientos, Panamá ha dado un paso importante para seguir desarrollándose en este campo. Este año, junto a su grupo de trabajo, alcanzaron el primer cultivo de células madre y ha realizado asesorías para el decreto 2 del 21 de enero de 2013, que establece los lineamientos para el uso de células madre.

“Hay muchas expectativas, pero tenemos que seguir trabajando. Mi meta no era solo aportar en este campo de la biotecnología, la idea es que cada vez más personas se sumen a esta a esta rama de la investigación médica y todo el país se beneficie”, sostuvo la doctora panameña.

Familiar

Solis es madre de cinco hijos. Tres nacieron en Taiwán, dos en Panamá. Una vez que cumple sus obligaciones en el laboratorio, todo el tiempo disponible es para ellos y su esposo, quien también es científico.

La clave para cumplir con su trabajo es dedicarle tiempo a la familia y asistir a encuentros y foros especializados para seguir aprendiendo. Disciplina es su consigna.

El año 2018 cerró en grande para Solis, quien fue Incluida entre los 100 integrantes de la Segunda Cumbre latinoamericana de Líderes Jóvenes en Biotecnología que se celebró en México.

“Fue una experiencia increíble en la que se pudo seguir compartiendo todo el conocimiento que se está generando en la región”, concluyó.

EN POCAS PALABRAS

Un país: Taiwán

Un plato de comida: Teppanyaki

Un libro: My Sister’s Keeper de Jodi Picoult

Un grupo de música: Backstreet Boys

Un personaje que admires: Mi madre Miriam Tejada de Solis

Una película: En busca de la felicidad

Una frase: El que persevera alcanza