El opositor venezolano Juan Guaidó retó este jueves al presidente Nicolás Maduro a intervenir en la Cota 905, una zona de Caracas controlada por bandas, donde las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado son sistemáticamente atacadas por delincuentes y sacadas del barrio entre disparos y amenazas.

«Si Maduro dice que controla algo, ¿por qué no se va en este momento a la Cota 905 a apoyar a nuestros funcionarios? Trata de vender un control que no tiene ni en la capital. Mientras, nuestros funcionarios no pueden ni defenderse debido al amparo del dictador al crimen organizado», dijo Guaidó en su cuenta de Twitter.

El opositor se refirió así a la emboscada que varios sujetos armados de la zona tendieron a un vehículo blindado del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y, al menos, dos patrullas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), según varios videos difundidos en redes sociales.

En las imágenes, se pueden ver dos vehículos de la GNB destrozados, con las ruedas pinchadas y las puertas dobladas, y un blindado con el parabrisas cuarteado a consecuencia de un disparo con arma de alto calibre.

Algunos usuarios de redes hablan, además, de un muerto y varios heridos en los enfrentamientos, pero el Gobierno, habitualmente, no informa del saldo de víctimas ni daños que se producen en estos tiroteos.

Los enfrentamientos en la Cota 905, una zona vetada para cualquiera que no viva allí, se han hecho frecuentes en los últimos meses, sin que las fuerzas de seguridad del Estado o instituciones del Gobierno logren tomar el control.

Las quejas de los ciudadanos son recurrentes cada vez que hay tiroteo, e instan a Maduro a hacer frente al líder de la banda, conocido como «el Coqui», quien campa a sus anchas sin que las autoridades impidan que continúe cometiendo delitos y atemorizando a los habitantes de la zona y barrios aledaños.

La Cota 905 es uno de los lugares designado por el Gobierno como Zona de Paz, un proyecto creado en 2013 por el Movimiento por la Paz y la Vida, una entidad adscrita al Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, coordinada por el entonces viceministro José Vicente Rangel.

El plan Zonas de Paz se creó con el objetivo de llegar a pactos de no agresión entre bandas delictivas y, a cambio de la entrega de las armas, el Gobierno otorgaba recursos económicos y materiales de construcción, para reinsertar a los delincuentes y sus comunidades.

El proyecto sigue vigente pero el objetivo no se ha logrado.