El éxodo de los venezolanos ha tenido un creciente impacto social y económico en países vecinos, incluyendo la tensión de los servicios urbanos y sociales, de los mercados laborales y de las relaciones comunitarias.

Un informe presentado por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, que recoge la data de distintas organizaciones como Acnur, OIM, OEA y Unicef, pone en contexto la problemática de la crisis venezolana.

En el estudio que lleva por nombre Plan de Respuesta a Migrantes y Refugiados (RMRP) desarrollado por ACNUR, OIM, OEA y UNICEF se muestra cómo se ha expandido en América Latina y el Caribe la migración venezolana, Panamá entra en el grupo de otros, por debajo de Perú, Chile y Ecuador, países que conjuntamente con Colombia encabezan la lista de mayores receptores. Así mismo el estudia reveló que pese a a las restricciones de ingreso y permanencia en el país, se espera un crecimiento de los migrantes venezolanos en el Istmo para el 2020.

En el contexto nacional panameño, se dieron a conocer los datos sobre educación, salud y xenofobia provenientes del reporte de la OIM titulado Situación de la Población Refugiada y Migrante de Venezuela en Panamá, donde además resalta que  la complejidad y el tiempo de duración del proceso de regularizaciones migratorias y permisos de trabajo, hace que la migración venezolana en el Istmo sea vulnerable.

Para acceder a dicho reporte: https://panama.iom.int/sites/default/files/Estudio%20Panam%C3%A1.pdf

 

En cuanto al acceso a la salud de los migrantes y refugiados venezolanos en Panamá, es importante acotar que el estudio pone al descubierto que el 90% no cuenta con seguro social, pero el 94% manifestó que ha tenido acceso a servicios de salud cuando lo ha requerido. Destaca además, que el 47% de los encuestados desconocen que en Panamá las vacunas son gratis.

Panamá como país de acogida, ha tratado de incorporar a los niños y adolescentes venezolanos al sistema educativo del Estado, notándose que tanto en los primeros años como en edades superiores a los 16 años es más difícil el ingreso a la educación. Esta población de menores migrantes se enfrentan en el Istmo a problemas de bullying, poco acceso a implementos escolares por sus costos y dificultades de adaptación, reveló la estadística.

En general, los migrantes y refugiados venezolanos han sentido discriminación y xenofobia en Panamá, y al ser consultados en el estudio, manifestaron que los escenarios donde se da la discordia es en cuanto a la competencia laboral y al acceso a servicios públicos.

Las estadísticas fueron presentadas en el marco de la presentación del Challenge Juntos Es Mejor Ve, que busca atender la crisis de los  migrantes venezolanos en los países de acogida.