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El clima de desilusión y desesperanza continúa en el país. La cercanía de un nuevo proceso electoral lejos de generar expectativas positivas en la ciudadanía, se transformó en un panorama incierto y sin posibilidad inmediata de solucionar los conflictos que aquejan a la mayoría de los venezolanos.

Este domingo 10 de diciembre se escogerán a los alcaldes de 335 municipios y la tendencia pareciera ser un mapa “rojo-rojito” y con la mayoría de los gobiernos locales en manos del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), tal y como ocurrió el pasado 15 de octubre durante la jornada para decidir las 23 gobernaciones.

Las irregularidades denunciadas por la oposición durante los comicios para la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), y el proceso de escogencia de gobernadores- que terminó en la evidencia de fraude en el estado Bolívar- incrementaron el nivel de desconfianza en el electorado. Ante esto, la posición de algunos partidos que integran la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha sido no ceder espacios de participación porque serán tomados por afectos al gobierno de Nicolás Maduro.

Al tenso momento político se suma una grave crisis económica impulsada por el repunte del dólar paralelo (que supera los Bs. 100 mil por unidad), el alza en los precios de medicinas, alimentos y servicios básicos imposibles de cubrir con un salario mínimo que asciende a Bs. 456.507 y que es irrisorio cuando la nación atraviesa un proceso hiperinflacionario.

La posibilidad de una salida democrática es la bandera de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), mientras que el Ejecutivo se vale todos los mecanismos legales que le permitan preservar cuotas de poder ante la cercanía de las elecciones presidenciales.

 

“La lucha por el voto ha costado vidas”

El diputado a la Asamblea Nacional (AN), Manuel Texeira, fue enfático al expresar que los espacios políticos “no se abandonan”. Si bien se mostró comprensivo con quienes expresan dudas ante la concurrencia a las elecciones municipales, se encargó de dejar de dejar clara la intención de Maduro y sus aliados. Para él, la abstención lejos de perjudicar a la MUD, favorece al chavismo.

“Es legítimo que la gente esté desanimada, pero esto es parte de la campaña de desgaste del gobierno (…) La lucha por el voto ha costado vidas en el pasado. El voto es la expresión ciudadana por excelencia”, manifestó.

El también directivo del Movimiento Progresista de Venezuela (MPV) agregó que las alcaldías son instancias de poder importantes para los ciudadanos. “El llamado a la gente es a expresarse. Las alcaldías son las dependencias más cercanas para resolver los problemas de la gente”.

Texeira, quien integró la comisión que viajó a República Dominicana para negociar con el oficialismo, es consciente del rechazo que han expresado políticos y sociedad civil ante la conformación de la mesa de diálogo (debido a los resultados que hubo en el pasado), pero confía que esta vez habrá consecuencias satisfactorias. “La crisis da otra visión a la negociación. En esta última reunión de República Dominicana hubo un ambiente de respeto y por eso nosotros -la oposición- estamos esperanzados en que reine la paz”, indicó.

“El 10-D es el nuevo capítulo de una novela larga”

Para el analista político y director de la consultora Alpha Politikòs, Miguel Velarde, las elecciones municipales constituyen el “nuevo capítulo de una novela larga”.

Como si se tratará de un deja vu vaticina resultados parecidos a los comicios regionales, producto de un bajo nivel de participación. “No hay posibilidades de elecciones limpias y transparentes con este CNE”, sentenció.

No ocultó su preocupación al analizar que partidos tradicionales apoyen candidaturas con un Poder Electoral politizado y que no sanciona las violaciones a la normativa en las que incurre permanentemente el PSUV. “Algunas toldas promueven candidaturas a cambio de migajas para financiar actividades políticas, eso es dañino al capital político y genera la pérdida de confianza”.

Agregó que la MUD no ha podido defender la voluntad de la mayoría expresada a través del sufragio y por esa razón se percibe una situación de desaliento. “Eso ocurre desde el año 2013, cuando el entonces candidato opositor, Henrique Capriles, dijo que él había ganado las presidenciales y no fue capaz de hacer valer esos votos”, argumentó.

Evaluó la asistencia a la cita MUD-oficialismo en República Dominicana y enfatizó que el Gobierno solo busca desmoralizar a la oposición. Agregó que las reuniones no cumplen algunas normas básicas para el éxito de una negociación, entre las que citó: la falta de representantes confiables de ambas partes y la participación de mediadores neutrales.

“No creo que haya resultados inmediatos. La respuesta de la dirigencia opositora no ha sido elevar el costo de la negociación, sino mostrar debilidad en su discurso ante el chavismo y eso no augura nada bueno”, sentenció.

Pasan los días y cómo siempre, la incertidumbre reina. La oposición apuesta al cambio, el chavismo se juega todas las fichas en nombre de “la revolución”, entre ellas una de las que más ha sido efectiva: el carnet de la patria, un documento que según el Gobierno garantizará medicinas, alimentos y viviendas a los necesitados, pero que según los contrarios a Maduro no es más que un mecanismo de dominación y control de las necesidades básicas de un individuo en manos de los gobernantes de turno.