Advirtió que llegó el momento en el que los países de Latinoamérica terminen de levantar su voz de manera contundente y definitiva

 

El dirigente del partido Voluntad Popular y perseguido político del régimen de Nicolás Maduro, se encuentra residenciado en Washington, Estados Unidos. En el mes de septiembre fue nombrado por Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, como director del Grupo de Trabajo para Abordar la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos.

Almagro define a Smolansky como «una persona absolutamente comprometida con la causa de los migrantes venezolanos y que definitivamente tiene una impronta de cercanía, porque ha visitado los campamentos y ha estado cerca de la gente tanto en Brasil como en Colombia”.

En conversación telefónica, el ex alcalde del municipio El Hatillo le explicó a EV Panamá la labor y objetivos de esta organización que espera, en los próximos meses, concretar visitas a los distintos países donde se encuentran los casi tres millones de venezolanos que han decidido dejar su país a raíz de la crisis económica, política y social que atraviesa la nación suramericana.

“Este grupo trabaja en suministrar un informe a la región en el que se pueda evidenciar la situación de los venezolanos que se vieron obligados a dejar el país. Es importante saber cuántos se encuentran en condición de refugiados, pero lo más importante es concretar un apoyo eficaz para los mismos”.

Alerta regional

El dirigente político advirtió que todas las condiciones están dadas para decretar una crisis de refugiados en la región. Exhortó a los países de Latinoamérica para que levanten su voz al respecto.

Tras su visita a varios campamentos en las fronteras con Colombia y Brasil, países en los que se encuentran gran parte de estos refugiados, Smolansky comprobó de primera mano las necesidades de estas personas.

“Hay una importante cantidad, diría que alrededor del millón de personas con cuadro de desnutrición, otras con enfermedades como sarampión, tuberculosis. La crisis cada vez es peor y debemos actuar. Todos los países de la región deben levantar la voz y pronunciarse, ya es el momento”, explicó.

¿Qué significaría decretar una crisis de refugiados? “Bueno, que se activen importantes protocolos internacionales en favor de estos. Que se permitan fondos de cooperación para ayudar a estas personas con alimentación, educación, un techo. En resumen, que se mejoren sus condiciones”, sostuvo.

Smolansky explicó, además, que igualmente están trabajando para mejorar la condición migratoria de los venezolanos, quienes merecen un trato digno y respetuoso en cada país que se encuentran.

“Es importante contar con una estabilidad en cuanto a la situación migratoria, que se les permita estar en esos países con residencias, permiso de trabajo. Que gocen de beneficios sociales”.

El dirigente adelantó que tienen previsto, como grupo de trabajo, realizar varias visitas a los distintos países de la región con el fin de seguir apoyando a los migrantes. Entre esas naciones se encontraría Panamá.

“No tenemos todavía fechas concretas, pero es importante saber que estamos trabajando con una visión Humano Amiga – Brazo Fuerte, primero porque la idea es ayudar a todos estos migrantes y segundo porque no vamos a parar de  denunciar la causa que, claro está, es el régimen liderado por Nicolás Maduro y su combo”.

¿Y la salida?

El ex burgomaestre apuntó a la restauración de la democracia en Venezuela como la gran solución de este flujo migratorio que ya es proclamado como el peor de la región en los últimos 50 años.

“Hay que actuar en tres tableros. El primero es seguir con las protestas de calle; si bien es cierto no hay tantas como en 2017, es bueno decir que al menos se producen unas 25 diarias de carácter social por falta de agua, comida, gas. No hay nada que le dé más miedo a Maduro que la gente proteste.

En segundo lugar debe seguir la presión internacional con mayores sanciones individuales a los responsables de violación de los derechos humanos, corrupción y narcotráfico. Y en tercer lugar una posición institucional de la Fuerza Armada Nacional, sobre todo de los rangos medios y bajos, donde hay gran descontento”, cerró Smolansky.