El comisionado Roger Goodell asegura que esta disciplina se convertirá en un deporte mundial en los próximos 5 o 10 años. Su creencia está justificada: Este año hubo 5 juegos internacionales en Reino Unido y Alemania con entradas agotadas. Además, ya se perfilan otros países para la temporada siguiente.

Por otro lado, el fútbol americano figura entre los deportes con más apuestas. Basta con usar un código promocional betcha para comprobar la multiplicidad de mercados existentes. En este artículo repasaremos los eventos en el horizonte de esta disciplina.

Ciudades que han recibido a la NFL

Hace algunos años la NFL ha ampliado su alcance más allá de las fronteras estadounidenses, llevando su emocionante acción a ciudades como México, Londres y Múnich. Desde el primer juego en la Ciudad de México en 2005 hasta la reciente expansión a Frankfurt en 2023, la liga ha establecido una presencia internacional sólida.
Londres ha sido un destino recurrente con 43 partidos programados hasta la temporada 2023-24, mientras que México también ha acogido múltiples encuentros. La expansión continua es evidente, con negociaciones en curso para explorar nuevos destinos.
Estos eventos internacionales no solo impulsan la popularidad global de la NFL, sino que también fomentan la pasión de los aficionados, como lo demuestra el elogio de Jerry Jones para los seguidores mexicanos.

¿Qué lugares suenan para ser sede de próximos partidos?

La NFL está explorando nuevos horizontes, y según declaraciones del vicepresidente Peter O’Reilly, Brasil y España están en la mira como futuras sedes. O’Reilly destacó la importancia de construir relaciones en estos mercados y evaluar estadios.
En España, el Estadio Santiago Bernabéu y el Estadio Metropolitano se perfilan como opciones seguras. En Brasil, aunque la sede exacta aún no se ha determinado, se consideran lugares emblemáticos como el Maracaná, el Estadio Nacional de Brasilia Mané Garrincha y el Morumbí en Sao Paulo, dada su amplitud y tecnología avanzada.
La NFL busca no solo expandir su presencia, sino también establecer vínculos comerciales que impulsen el crecimiento, aprovechando el interés de clubes de fútbol soccer en todo el mundo.

A todo esto se suma la inclusión del flag-football como deporte olímpico en los Juegos de Los Ángeles 2028, lo que ampliará aún más las fronteras de la disciplina y su proyección mundial. En conclusión, Goodell tiene razón en creer que el fútbol americano será un deporte mundial en los próximos años. Si realmente lo conseguirá, es algo que aún está por verse.