Nora Sánchez
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La crisis venezolana generada por el régimen de Nicolás Maduro, sigue siendo la responsable de escenas tristes y dantescas como niños deambulando por las calles del departamento Norte de Santander (Cúcuta), adolescentes famélicas prostituyéndose y viviendo del reciclaje para comer y sobrevivir en una frontera que ya pareciera no aguantar el peso del éxodo venezolano.
Recientemente el Defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo Assis, alertó sobre el incremento de niños, niñas y adolescentes venezolanos que están viajando solos y que se encuentran sin acompañamiento en el territorio colombiano, especialmente en Norte de Santander, donde sus habitantes señalan que ese panorama es de vieja data.
Según publicó Noticias Caracol, de acuerdo con reportes del Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos, en ese departamento fronterizo se han identificado 353 casos de niños, niñas y adolescentes no acompañados: 126 son de sexo femenino y 227 masculino.
“Es alarmante que por lo menos 47 niños tengan menos de 13 años, nuestros equipos en territorio han podido constatar que inclusive hay niños de menos de 5 años que no tienen acompañamiento de ningún adulto”, dijo el Defensor del Pueblo en Cúcuta, según la información de Noticias Caracol.
Llegan solos o sus padres los abandonan
Fumupro, Fundación de Mujeres Activas y Productivas Para Un Desarrollo Integral y Protección a la Familia, asegura que algunos niños viajan solos, pasan la trocha y se quedan en La Parada, Villa del Rosario o Cúcuta deambulando, buscando comida y donde dormir.
Otros niños llegan con sus padres, pasan la noche en un hospedaje de 10 mil pesos y cuando se levantan se ven abandonados, pues sus padres se fueron mientras dormían y los dejaron allí en lo que se conoce como casas de hacinamiento, lugares con pésima infraestructura donde viven cientos de venezolanos.
Lizeth Corredor Zarate, directora de Fumupro, aseguró a El Venezolano Colombia que la tragedia que refiere este abandono de niños no ocurre desde hace meses ni la alerta sobre el tema es nueva.
Por el contrario, dijo que la situación, al menos en el Norte de Santander, se vive desde hace aproximadamente cuatro años.
“Para la gente de aquí (Norte de Santander) es normal ver un niño no acompañado, durmiendo en una trocha solo, es normal ver un niño sin apoyo, que se la pese reciclando, una niña que se prostituya, todo el mundo lo sabe, todo el mundo lo ve y nadie hace ni dice nada”, dijo Lizeth Corredor al señalar que el problema se está visibilizando por el incremento de los niños abandonados.
No hay integración entre ONG´s y Estado
En franca inconformidad con el accionar de las institucionalidad colombiana competente al caso de los niños abandonados, Corredor cuestionó que el Estado no hace eficientemente su trabajo ni colabora con las organizaciones que quieren ayudar a estos niños, niñas y adolescentes, quienes lamentablemente terminan siendo víctimas de la calle y sus peligros.
Fumupro hoy día alimenta a 14 niños, niñas y adolescentes diariamente con desayuno, almuerzo y cena, les da un espacio para que estudien, pero no pueden alojarlos en sus espacios, ya que la institucionalidad colombiana asegura tener toda la infraestructura y mecanismos para su atención y garantizarle sus derechos, impidiendo así que esta fundación pueda trabajar en conjunto, albergarlos y ayudarlos en su trance del abandono.