La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, o FAO por sus siglas en inglés, incluyó a Venezuela en una lista de 10 países con “alto riesgo” en un informe trimestral sobre seguridad alimentaria.
Venezuela y Haití son los únicos países de la región que aparecen bajo esta categoría en el reporte de alerta y acción temprana en seguridad alimentaria y agricultura de abril a junio de 2019 de la FAO.
Este análisis trimestral se enfoca en potenciales nuevas emergencias como resultado de inminentes amenazas de desastres o nuevos acontecimientos y desarrollos en países ya afectados por crisis prolongadas que probablemente causen mayor deterioro en la seguridad alimentaria.
Venezuela pasa por una importante crisis política y social, pero también económica. Su economía entró en hiperinflación en noviembre de 2016 y Fondo Monetario Internacional prevee una importante caída del Producto Interno Bruto. Además de una inflación de 10.000.000%.
En el caso de Venezuela, la FAO asegura que en los meses venideros “no se espera la situación de seguridad alimentaria mejore».
Indica que si bien se espera una mayor producción de maíz, no se tiene la misma expectativa con la producción de arroz. Como potencial impacto, advierten que las condiciones climáticas en el norte del país pueden afectar la temporada de siembra y cultivo.
Además, indican que la inmigración probablemente continúe. El informe detalla ya que unos 3.4 millones de venezolanos han abandonado el país y en 2018 la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimaron que otros dos millones de personas saldrían en 2019.
La idea del informe es dar recomendaciones tempranas específicas para cada país y así la FAO y sus socios puedan proactivamente mitigar o prevenir desastres antes de que comiencen.
En el caso de la nación sudamericana, sugirieron, entre otras cosas: distribuir herramientas agrícolas para la preparación de las tierras de cara a la temporada de siembra, diseñar e implementar unidades o sistemas de producción agrícola que no dependa de utensilios externos (como semillas, fertilizantes o pesticidas) y distribuir sal a comunidades indígenas vulnerables para preservas los alimentos.
Además de Venezuela y Haití, los demás países en alto riesgo según este análisis son: Yemen, Sudán del Sur, Sudán, Zimbabue, Camerún, Burkina Faso, Afganistán y Nigeria.