La Administración para el Control de Drogas EE.UU (DEA) incluyó el jueves en su lista de los 10 narcotraficantes más buscados del mundo al hijo del capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Jesús Alfredo Guzmán, alias «Alfredillo», de 35 años, fue acusado de conspiración para poseer, con intención de distribuir, sustancias controladas, según la fichacon información publicada en el sitio de internet de la DEA.
«Este anuncio representa el punto culminante de una política de Estados Unidos, adoptada por México, para acabar con el cártel de Sinaloa (…) liquidarlo después de tanto tiempo de ser el más importante en México y otras partes del mundo», dijo a Reuters Tomás Guevara, investigador de temas de seguridad.
La fotografía de «Alfredillo» aparece en el sitio de la DEA junto con la de otro líder del mismo Cártel de Sinaloa, Ismael «El Mayo» Zambada, y la del capo antagónico Nemesio «El Mencho» Oseguera, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los grupos delictivos más poderosos del mundo.
Sinaloa ha sido cuna de grandes capos como «El Chapo» Guzmán, extraditado a Estados Unidos el año pasado tras su detención en 2016, y Rafael Caro Quintero, fundador del cártel de Guadalajara, también buscado en EE.UU. por el asesinato de un agente federal estadounidense, entre otros.
Con la detención de Guzmán, otros grupos criminales han intentado controlar el tráfico de drogas de México a EE.UU., uno de los principales mercados del mundo. Además, han incursionado en otros delitos generando una espiral de violencia en el país.
A raíz de la última detención y extradición de su padre, «Alfredillo» ocupó algunas funciones en el cártel, controlando las operaciones importantes en México.
«A nivel regional esto no es una buena noticia, pues en la medida en que se ha contraído este grupo (Sinaloa) la delincuencia común ha ido en aumento (…) en esta región. De alguna manera, ellos mantenían a raya a la delincuencia», agregó Guevara.