Las redes sociales se dispararon cuando los ex mandatarios de Colombia y Bolivia, Andrés Pastrana y Tuto Quiroga, informaban desde sus cuentas personales de twitter, que se encontraban detenidos en el Aeropuerto de la Habana.
Pastrana y Quiroga viajaron hasta la isla atendiendo la invitación de “La Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia”, para recibir el Premio Oswaldo Payá Libertad y Vida 2017, adjudicado entre otros, a la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) que reúne a una treintena de Ex presidentes y Jefes de Estado, entre los que se encuentran.
En la mañana del mismo día, ya Raúl Castro había preparado la inadmisibilidad de los ex presidentes a Cuba, cuando el diario oficialista Granma calificaba en su primera página, como “corruptos y terroristas”, a los ganadores. Para el medio impreso de la dictadura castro-comunista, el evento de premiación era una “provocación”, parte de un plan para generar inestabilidad y dañar la imagen internacional” de Cuba. Al final de la tarde, Pastrana y Quiroga fueron deportados.
Para los dictadores “la salsa que es buena para el pavo no lo es para la pava” y es que días antes, Castro desde la desolada reunión del Alba en Caracas, había solicitado que no se excluyera de la Cumbre de las Américas a realizarse en Lima a Nicolás Maduro, quien por cierto, ha dicho y repetido que si asistirá: “¿No me quieren ver en Lima? Me van a ver. Porque llueva, truene o relampaguee, por aire, tierra o mar llegaré a la Cumbre de las Américas”. Claro está que la actitud desafiante del indocumentado y sus aliados, no es ninguna “provocación”, como tampoco lo fue cuando, siendo canciller, Maduro intentó introducir al destituido presidente Zelaya a Honduras desde Nicaragua. Ni hablar de “injerencia” pues.
Maduro asegura que organizaciones sociales le han invitado a Lima “y yo me debo a los pueblos… llevaré la verdad de Venezuela”. Pues bien, Pastrana y Quiroga no fueron invitados por la dictadura cubana, si por la organización social de jóvenes luchadores por la libertad de Cuba, pero Raúl, no los dejó entrar. Es que hay grupos sociales de grupos sociales… los que aceptan Castro y Maduro y los que rechazan.
La mesa está servida y… “la salsa que es buena para el pavo también lo es para la pava”… Tomen nota, señores invitados a la próxima Cumbre de las Américas.