Las cosas hay que decirlas aunque duelan. El comportamiento de la MUD y de la AN es inaceptable. El parlamento, único poder legítimo por el voto popular, convocó a plebiscito con una ruta clarísima: el desconocimiento del régimen y la designación de nuevas autoridades; 7 millones 600 mil venezolanos dieron un mandato que a los pocos días la unidad traicionó reconociendo a Maduro y a la inconstitucional constituyente. Como guinda, acepta participar en unas elecciones solo de gobernadores manejadas por Tibisay Lucena, donde los candidatos requieren aprobación de la ANC, y los votos serán contados por Jesse Chacón. ¡Qué engaño tan grande!
Los argumentos utilizados por la MUD-AN para justificarse son tan absurdos como inconsistentes. Dicen querer “preservar espacios”, pero a la vez abandonan el único que ocupan –la Asamblea Nacional– donde ya ni quórum hacen para debatir los temas de verdadero interés nacional. ¿De qué sirven gobernaciones y/o alcaldías sometidas a una ANC “originaria y supraconstitucional”? ¿Cuál es el sentido de ejercer un cargo en dictadura cuando los funcionarios son encarcelados al momento que lo requiera el régimen?
La actuación de la MUD-AN ha sido contraria al interés nacional y tienen mucho que explicar, como por ejemplo, el retiro de los tres diputados de Amazonas, la omisión en nombrar magistrados y rectores en enero de 2016, la negativa de destituir a Maduro por su nacionalidad colombiana, las negociaciones secretas con el régimen, los vínculos con “enchufados” que financian partidos y la desmovilización de la calle el año pasado a cambio de un diálogo injustificable. Participar en las regionales es la gota que colmó el vaso y constituye una traición a la memoria de los mártires caídos en las protestas.
Sin embargo los venezolanos no perdemos la esperanza, porque nunca como ahora el mundo nos acompaña, mientras, el régimen está acorralado y en el piso. Para lograr el cambio de sistema solo hace falta que una guía comprometida con Venezuela. La sociedad civil, siempre combativa y decidida a alcanzar su libertad, sin duda lo logrará.