David Alejandro Chacón

@DavidChacon30

Primero que todo, gracias a Dios por permitir que este espacio sea público nuevamente. Para Él es la gloria y la honra. Hoy les quería hablar sobre Miguel Cabrera, quien como ya sabrán se unió en días pasados al club de los 500 jonrones en las Grandes Ligas.

“El Muchacho de la Película”, como también es conocido el primera base y bateador designado venezolano de los Tigres de Detroit, soltó esa presión de conectar su jonrón 500 el domingo 22 de agosto en el Rogers Centre de Toronto.

Dos días después, el martes 24, soltó el 501 ante los Cardenales en San Luis. Hoy, 11 de septiembre, acumula 502 jonrones.

Los números de Miguel están en caída libre, claro está. Su mejor cosecha ya la vimos, pero lo que sí seguimos observando día a día es a un futuro Salón de la Fama que de grano en grano trata de moldear unos mejores registros para su carrera, sin que esto tenga nada que ver con su elección al Templo de los Inmortales o no.

Si Miguel se quedaba en 499 jonrones y mañana decide no jugar más, igual será Salón de la Fama, de eso no tengan la menor duda. Unos dicen que será unánime, pues eso sí que lo dudo yo.

Solamente les recuerdo que un tal Ken Griffey Jr., y tampoco Carl Ripken fueron elegidos con el 100 % de los votos, así que se podrá imaginar usted. Y olvidaba también que Greg Maddux tampoco pudo. La distinción, hasta ahora, solo ha recaído en el orgullo de Puerto Caimito, Panamá, Mariano Rivera.

¿Llegará a 600 jonrones?

Como a Miguel Cabrera todavía le quedan dos años asegurados de contrato, 2022 y 2023, he leído comentarios tan atrevidos como “los 600 es la próxima meta”. Señores, calma. Por favor.

Sí, es Miggy, sí es el Triplecoronado, pero la cifra parece muy lejana. Mucho. El mismo Miguel le dijo en un LIVE al periodista Guillermo Arcay que esa cifra la veía muy lejana, para no decir imposible.

Arcay le preguntó que cuántos jonrones más creía que iba a conectar. Miguel fue bien sincero. “550-560”. Una de las personas conectadas le dijo que debería igualar al dominicano Albert Pujols, quien está cerca de los 700 y Miggy, con su particular humor, le respondió. “Si hubiese jugador en San Luis o Anaheim como Pujols, capaz sí estaríamos hablando de esa cifra. Yo juego en Detroit, un estadio duro para los bateadores”.

¿Qué piensan ustedes? Miguel está jugando lesionado de una rodilla. Miguel quiere, pero ya no es el mismo, sin que eso quiera decir que no es uno de los mejores bateadores derechos de toda la historia de las Grandes Ligas.