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En las campañas contra el cáncer de mama se insiste mucho en la importancia de un tipo especial de radiografía (la mamografía), que es muy útil para la detección temprana del cáncer de seno, en especial en aquellas mujeres que no presentan indicios o síntomas de la enfermedad, así como también en quienes presentan masas u otros signos sospechosos de malignidad. Estos estudios han contribuido en la reducción del número de muertes por cáncer entre las edades de mujeres de 40 a 70 años.

Un aspecto que está causando preocupación es el trauma de recibir un resultado falso positivo en una mamografía, que podría llevar a muchas mujeres a retrasar o prescindir de una próxima evaluación. Pero mientras se realizan pruebas con más imágenes o una biopsia, la paciente podría pasar por un sufrimiento emocional y varios procedimientos, y decidir retrasar o prescindir de su próxima mamografía. Ese es un error potencialmente letal, porque detectar los tumores temprano puede salvar vidas.

Lamentablemente, cuando las mujeres de más de 50 años se saltan una mamografía cada dos años se dejar de diagnosticar hasta 30 % de los casos de cáncer. «Informar a la paciente de que la inmensa mayoría de las mamografías, e incluso de las biopsias, son normales puede calmar gran parte de su ansiedad”, señaló la doctora Stefanie Zalasin, una especialista en imágenes del seno que revisó los nuevos hallazgos y quien trabaja en el Hospital de Northern Westchester, en Mount Kisco, Nueva York.

El nuevo estudio fue dirigido por Firas Dabbous, gerente de resultados centrados en el paciente del Hospital General Advocate Lutheran en Park Ridge, Illinois. Su equipo examinó los datos de más de 741mil mamografías realizadas a casi 262 mil mujeres en el área de Chicago. El estudio encontró que poco más de un 12 % de las mamografías terminaron arrojando un resultado falso positivo.

Aunque 15 % de las mujeres que habían recibido un resultado negativo en un examen inicial no tenían una mamografía subsiguiente en la base de datos, esa cifra aumentó a un 22 % de las mujeres que habían recibido un resultado falso positivo. Y entre las mujeres con más de una mamografía en la base de datos, las que tuvieron un resultado negativo en la primera mamografía tenían hasta 36 % de probabilidades de someterse a otra prueba a lo largo de los tres años posteriores, en comparación con las que tuvieron un resultado falso positivo, dijeron los investigadores.

Además, el retraso promedio en hacerse una segunda mamografía fue de 13 meses entre las que habían tenido un resultado falso positivo en su primer examen, anotó el grupo de Dabbous. Retrasar o prescindir de las mamografías podría tener un impacto real en la salud de las mujeres. Los hallazgos sugieren que debemos animar más activamente a las mujeres que han tenido un resultado falso positivo en una mamografía a cumplir con las recomendaciones sobre las mamografías rutinarias, porque se ha mostrado que reducen la mortalidad por el cáncer de mama.