Ramón Ramírez aportó su experiencia en la cueva de Chiriquí. Foto: Cortesía.

Ramón Ramírez y Luis Bastardo se combinaron para salvar tres juegos y sumar una victoria con la novena de “Calicho” Ruiz

 

Para ganar el campeonato 2018 del Béisbol Mayor en Panamá, la provincia de Chiriquí necesitó de cuatro victorias en la gran final ante un duro rival, Bocas del Toro. En el sexto juego de la serie, que se jugó en el estadio Rod Carew, se definió todo el martes 1 de mayo.

De esas cuatro ganancias, tres se preservaron en brazos de lanzadores venezolanos. Luis Bastardo, quien salvó dos encuentros y además ganó un partido y el ex grandeliga Ramón Ramírez, quien se anexó el otro rescate.

Las labores de los diestros fueron determinantes en la corona número 14 de Chiriquí, que esta vez contó con la estrella Carlos “Calicho” Ruiz, quien volvió al béisbol panameño tras su destacada pasantía por las Grandes Ligas.

Alegría chiricana

Una vez finalizado el festejo, EV Panamá habló vía telefónica con Ramón Ramírez, quien confesó que tenía que sacarse la espinita de ganar el campeonato.

“El año pasado perdimos la final con Colón y este año no quería que se repitiera la misma historia”, dijo Ramírez, aún emocionado por la corona. “Desde los entrenamientos nos fajamos al cien por ciento para darle esta alegría a nuestros seguidores”, agregó.

Sobre la presencia de “Calicho”, Ramírez destacó su personalidad. “Personas como ese señor hay muy pocas en este mundo. Es un gran ser humano que se merece esto y mucho más”.

 

La experiencia de Ruiz, con 12 años en las Grandes Ligas, fue más que clave para el título. “Es una persona que juega con el alma”, contó el pitcher venezolano. “Deja todo en el terreno de juego y eso se contagia. No queda otra que dar el máximo en cada compromiso”, sostuvo.