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El Banco Nacional de Panamá (BNP, estatal) no prevé a corto plazo que «el efecto Trump» vaya a impactar en directo al sistema bancario del país centroamericano, dijo hoy su gerente general, Rolando De León.

El ejecutivo del principal banco estatal de Panamá se refirió al asunto durante la presentación del informe de resultados 2016 del BNP, que alcanzó activos por 10.409 millones de dólares, 5,9 % más que en 2015 cuando totalizó en 9.832,8 millones.

Sobre las nuevas políticas del presidente estadounidense, Donald Trump, el gerente general dice que «no prevemos ningún efecto directo a corto plazo».

Matizó que Trump quiere «suavizar las regulaciones bancarias en Estados Unidos y eso puede hacer que los bancos allá asuman más riesgos, (pero) eso no puede venir acá».

El gerente del principal banco estatal panameño recordó que «en 2008, con la crisis que se dio, aquí vinieron a ofrecer esos papeles (instrumentos financieros tóxicos), pero prudencialmente se rechazó, porque encima no se podían fiscalizar» por la Superintendencia de Bancos.

El ejecutivo exclamó que «en Panamá se dicta cátedra de banca» y apuntó que en 2017 el BNP crecerá «en línea» con la proyección de expansión de la economía nacional del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), de 5,4 % del producto interno bruto(PIB).

Destacó que la fortaleza de la economía panameña va a ser, nuevamente, la construcción, basado en la demanda de hipotecas que atienden los bancos, lo que es un buen signo porque «son las personas particulares, no el Gobierno», con la inversión pública, los que van a mantener el dinamismo.

En 2016 el BNP desembolsó 2.199,6 millones de dólares a los diferentes sectores económicos y productivos del país, con un crecimiento de 14,1 % respecto a 2015 y de 145,5 % por encima de lo presupuestado para el año pasado.

«Estos y otros indicadores muestran el sano crecimiento de la principal institución financiera del país«, la segunda en volumen de activos de la plaza panameña, detrás del Banco General (privado), acotó el ejecutivo bancario.

Al cierre del año pasado, apuntó, la cartera total de préstamos fue por 3.577,2 millones de dólares, 3,9 % más que en 2015.

Por sectores destacaron la Banca Agropecuaria con un saldo de 507,1 millones de dólares y la Banca de Consumo con 1.824,9 millones, mostrando un incremento de 9,7 % y 11,1 %, respectivamente.

La utilidad fue por 124,8 millones de dólares, el 21 % más que en 2015, y las inversiones alcanzaron un saldo de 2.749,9 millones de dólares a diciembre de 2016, que comparado con los 2.728,2 millones reportados en igual periodo del año anterior reflejaron un ligero aumento de 21,7 millones de dólares.

En tanto, los depósitos de los clientes crecieron 5,3 %, al pasar de 8.934,4 millones de dólares en 2015 a 9.411,6 millones en 2016, mientras la morosidad fue de 1,2 %, en tanto el promedio de los 93 bancos que operan en el país fue de 2,8 %.

De León anunció también, sin precisar fecha, que durante el presente año el Banco Nacional lanzará su Billetera electrónica para llegar vía teléfono móvil a los sectores más remotos y extender la bancarización.

También instalará cajeros automáticos en diversas estaciones del Metro de Panamá y espera abrir 5 nuevas sucursales, una en la capital y el resto en el interior del país.

Precisó que la próxima semana espera presentar «la nueva ley orgánica de la institución, cónsono con las realidades del mercado bancario», para reformar la que desde 2006 regula el BNP, especialmente en lo que se refiere a gobierno corporativo y las nuevas regulaciones como las de Basilea III.

El gerente dijo que el BNP, ante el alza de los intereses por parte de la Reserva Federal en Estados Unidos, que impactan directamente a un país dolarizado como Panamá, ha decidido «extender los plazos» de los préstamos y así «evitar un aumento en la mensualidad» convenida con los deudores.