Miguel Cabrera es la principal figura de Venezuela para el Clásico Mundial de Béisbol 2017. Foto: Cortesía.

Primero que todo, bienvenidos nuevamente y feliz 2017. Espero que este año esté lleno de muchos éxitos, pero sobre todo, de mucha salud, que es lo que realmente importa. Este nuevo calendario estará lleno de deporte y seguramente nos mostrará a nuevos héroes y grandes encuentros en todas las especialidades.

Desde mi punto de vista, el Clásico Mundial de Béisbol, que se jugará en marzo, será la competencia deportiva más importante de 2017. Gracias a Dios tuve la oportunidad de regresar a mi natal Venezuela en diciembre de 2016 y no perdí la oportunidad de visitar algunos escenarios deportivos, entre ellos el estadio Luis Aparicio, y allá escuché, de parte de los protagonistas, la gran expectativa que hay sobre este evento.

Estuve presente en el juego Águilas del Zulia vs. Tigres de Aragua el 2 de enero y me llamó la atención cómo varios peloteros hablaban del Clásico. La expectativa es alta, sin dudas. Venezuela tiene una deuda pendiente en esta competencia y para nadie es un secreto. Hasta ahora, la mejor actuación fue en la edición 2009, cuando nos quedamos con el tercer lugar.

En ese reencuentro con el béisbol venezolano, hubo un futuro colega que me hizo un par de preguntas que me llamaron la atención y quiero compartir con ustedes. ¿En verdad somos tan buenos en béisbol? ¿Sí tendremos chance en esta edición? Es obvio que hay decepción por lo logrado hasta ahora.

Lo primero que tenemos que aceptar como individuos es que no somos los mejores en todo. El venezolano que vive diciendo que lo nuestro es lo único y lo máximo es porque nunca ha salido del país, no ha visto el mundo. Sí, tenemos bellezas naturales y tenemos talento, pero hay que ver más allá. Una vez que entendamos eso, vamos a dar un gran paso en todos los ámbitos, incluyendo el deportivo.

Un ejemplo

Cuando se lanzó la idea de hacer el Clásico Mundial de Béisbol, todo el mundo pensó en República Dominicana y Estados Unidos como amplios favoritos. ¿Quién se atrevía a pensar en algo diferente? Nada más y nada menos que las dos grandes potencias mundiales.

¿Resultado de las dos primeras ediciones? Japón campeón. ¿Y entonces? Es simple, con el papel no se gana, las victorias se consiguen en el terreno. Dominicana lo entendió e hizo valer su condición de favorito para 2013 quedándose con los máximos honores.

Venezuela tiene un talento muy parecido, y nadie puede decir lo contrario después de que Miguel Cabrera, José Altuve, Carlos González, Félix Hernández, Rougned Odor, entre otros, dijeran que van a jugar. Esas expectativas hay que concretarlas, dejar atrás aquello de que somos los mejores en todo sin haber ganado nada y de una vez por todas fajarse en el terreno de juego. El talento está y ahora tenemos una cuarta oportunidad. Amanecerá y veremos.