El mayor espectáculo deportivo del año en Estados Unidos, el Super Bowl LI, tiene ya listos a los Patriots de Nueva Inglaterra y a los Falcons de Atlanta para decidir al nuevo campeón de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) sin que haya un claro favorito en el mundo de las apuestas y expertos.
No importa que los Patriots, actuales campeones de la Conferencia Americana (AFC) vayan a disputar su noveno Super Bowl y busquen el quinto título de campeones, además de tener al frente del equipo la combinación ganadora y legendaria del entrenador en jefe Bill Belichick y el mariscal de campo Tom Brady.
Los Falcons se presentan como campeones de la Conferencia Nacional (NFC), pero sólo por segunda vez en su historia en la búsqueda del primer título que pueden darle una ofensiva arrolladora con el mariscal de campo Matt Ryan, máximo aspirante al premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la NFL y un receptor abierto demoledor como es Julio Jones, completamente recuperado.
Por experiencia, todo lo que significa el método de Belichick, hacer siempre lo que él piensa y es lo mejor para el equipo, sin importar nombres, los Patriots con marca de 16-2 tendrán algo de ventaja cuando este domingo salten al césped artificial del NRG Stadium de Houston, donde se va a disputar el partido.
Nada menos que 17 temporadas de éxito deportivo continuado es lo que llevan los Patriots bajo la dirección de Belichick, de 64 años, junto a Brady, de 39, y ambos están a las puertas de ser los mejores de todos los tiempos en sus respectivas posiciones.
Belichick ha logrado con una habilidad asombrosa que sus equipos acaten el método de los Patriots y el que ha formado esta temporada está también en posición de alcanzar un nuevo título.
El veterano entrenador en jefe afronta su partido de playoffs número 36 y de nuevo demostró que es un experto en blindar a su equipo de las distracciones, este año con la figura de Donald Trump.
Ni siquiera la suspensión de cuatro partidos de Brady por el «Deflategate» pudo impedir ser ganadores, mucho menos los cambios sorpresivos que hizo en la defensa con la salida de dos hombres claves como eran los apoyadores Chandler Jones y Jamie Collins.
Mientras que Brady ha conseguido ser un maestro a la hora de evitar caer en las trampas de las polémicas que se dan fuera del campo y bajo su liderazgo todo integrante de los Patriots se concentra en un único objetivo de conseguir la victoria, que de lograrla ante los Falcons en el Super Bowl LI será histórica.
La clave para este domingo se centra en una ofensiva que combinará pases y acarreos, tal vez la mejor de los Patriots en la triunfal era Belichick.
Brady lanzó 28 pases de touchdown y los Patriots fijaron un récord con apenas dos interceptaciones en la temporada regular.
Cierto que suma dos interceptaciones en los playoffs, pero que pasan inadvertidas con las cinco anotaciones y 671 yardas que ha logrado en la fase final.
La ofensiva por tierra cuenta con el corredor LeGarrette Blount, recuperado de la enfermedad que lo limitó en los dos primeros partidos de playoffs, que es el complemento perfecto a la tarea de Brady después de establecer un récord de la franquicia con sus 18 anotaciones en acarreos durante la temporada regular.
Enfrente tendrán a un equipo de Atlanta que lideró la liga en puntos anotados, y la defensa de los Patriots se presenta en su mejor momento, lo que hace que las apuestas en Las Vegas les favorezcan ligeramente.
Los Patriots han permitido 16,5 puntos por partido de playoffs tras liderar a la liga con un 15,6 durante la temporada regular.
Ante esta realidad, el entrenador en jefe de los Falcons, Dan Quinn, que triunfó con los Seahawks de Seattle de coordinador defensivo antes llegar al equipo de Atlanta hace dos temporadas, es consciente que la clave para lograr el triunfo el domingo está en encontrar la manera de frenar a la ofensiva rival.
Todo el mundo espera que se dé un marcador abultado con la gran ofensiva que poseen los Falcons, pero la mejor arma que pueden tener los Falcons para derrotar a los Patriots es que la defensa brille sobre el césped artificial del NRG Stadium de Houston.
La defensa de los Falcons estaba en ascenso incluso antes de que sumara una sorpresiva ventaja de 31-0 en el tercer cuarto sobre Aaron Rodgers y los Packers de Green Bay en el partido por el campeonato de la NFC que ganaron por 44-21.
Los Falcons incluyeron como titulares a cuatro novatos y a cuatro jugadores en su segundo año en la defensa, que respondieron con la resistencia y la velocidad de la temida defensiva de los Seahawks que Quinn coordinaba, aunque jugar el Super Bowl será diferente.
De ahí, que la fortaleza de los Falcons estará de nuevo en una ofensiva, que bajo el liderazgo de Ryan anotó más de 30 puntos en todos los partidos disputados desde el pasado 4 de diciembre.
Si el espectáculo deportivo tiene a los dos mejores equipos del momento de la NFL, el tercer Super Bowl que se va a disputar en Houston contará en el medio tiempo con la actuación de Lady Gaga, que ha prometido algo «especial y único», sin que haya problemas con el vestuario, mientras que el cantante de música country Luke Bryan, un nativo de Georgia, entonará el himno nacional.
Todos los comerciales están vendidos a más de cinco millones de dólares por cada uno de 30 segundos, el precio promedio de las entradas ascenderá a 6.000 dólares, habrá 51.000 personas encargadas de la seguridad, durante ocho horas el espacio aéreo de Houston estará cerrado, y 120 millones viéndolo a través de la cadena de televisión FOX, que hará la trasmisión.