El laureado cantautor panameño y activista Rubén Blades cree que solo un independiente podrá desde la Presidencia de Panamá, que se renovará en 2024, acometer una reforma que acabe con la «estructura corrupta» que domina el país.

En un extenso escrito sobre la situación política de Panamá, difundido en su página web, Blades se preguntó si la ciudadanía estará «dispuesta a vivir aceptando las consecuencias de la honestidad», a sacrificar «su apoyo al clientelismo político».

«¿Estará el electorado nacional dispuesto a rechazar en el 2024 la venenosa oferta del clientelismo partidista y elegir a un candidato(a) independiente y a una asamblea formada por independientes, para crear un nuevo paradigma administrativo y con él, al Panamá que puede ser? Esa es mi pregunta al país», expresó el artista y ex ministro de Turismo en la década de 1990.

La solución a la «urgente situación» que atraviesa Panamá «requiere de la reforma integral» de los tres poderes del Estado y «nada de eso ocurrirá bajo una presidencia PRD, CD o Panameñista», los partidos tradicionales, aseguró Blades, nombrado en 2021 como Persona del Año por la Academia Latina de la Grabación.

«A los que recomiendan evitar enfrentamientos y negociar con el ‘status quo’ les recuerdo que ningún cáncer hará un arreglo con los médicos permitiendo su eliminación: la corrupción jamás aceptará voluntariamente renunciar a sus actuales controles y poder», dijo.

Para Blades «es necesario crear un nuevo paradigma de administración pública a nivel nacional, y hacerlo sin violentar a una corrupción que ha sido legalmente institucionalizada» es «imposible».

BLADES NO CREE QUE MARTINELLI VOLVERÁ A LA PRESIDENCIA

En ese contexto, el también actor expresó que no cree que el expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) regrese al poder en 2024, como aspira el político, que enfrenta causas por supuesta corrupción en Panamá y España.

Martinelli tiene dos hijos presos en EE.UU. en espera de sentencia tras haber confesado que aceptaron sobornos millonarios de Odebrecht como intermediarios de un tercero no identificado oficialmente.

«Creo que nada podrá disipar o atenuar el escándalo nacional e internacional que produciría su identificación como el ‘alto funcionario y pariente cercano’ y beneficiario del soborno por el cual sus dos hijos ya se declararon culpables», dijo Blades.

Argumentó que «parte del apoyo electoral de la población a Martinelli se basa en que ‘robó, pero hizo’, y que durante su presidencia ‘había plata en la calle’, pero la situación de 2024 será radicalmente distinta a la actual, una vez terminado el juicio de sus hijos y pronunciada la sentencia en New York».

Si los hijos de Martinelli «lo identifican como el beneficiado por los sobornos de Odebrecht, su inmediata inclusión en la ‘Lista Clinton’ tendrá un efecto económico y político tóxico, que afectaría también a todos sus contactos, conexiones y relaciones sociales y de negocios, y a Panamá mundialmente», aseveró Blades.

Además, con Martinelli en el poder en 2024 el Gobierno de EE.UU. podría invocar una enmienda incluida en los tratados del Canal de Panamá «para recobrar la administración», que traspasó al país centroamericano hace dos décadas, con el argumento de que estaría en manos «de un Gobierno cuya dirección pondría en peligro la integridad de la operación y seguridad del canal».