Fotografía cedida por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación que muestra a "MyRot", el primer robot con forma del característico "árbol barrigón". EFE/ Senacyt

«MyRot» es el primer robot con forma del característico «árbol barrigón», desarrollado por un grupo de investigadores de Panamá, para ayudar en su aprendizaje a menores con Trastorno del Espectro Autista (TEA/Autismo) en el país centroamericano.

Con una altura de 150 centímetros, decorado a tonos verdosos, acompañado de hojas y una tablet en el corazón con un rostro de una caricatura, el «árbol» permite a los terapeutas facilitar los procesos de aprendizaje de menores con autismo, reforzando su atención auditiva, concentración, percepción visual, integración social, comprensión lectora e interpretación de expresiones.

«Queríamos crear una plataforma que apoye la gestión que hacen las instituciones con niños de necesidades especiales para desarrollar una herramienta de digitalización en el proceso enseñanza, aprendizaje y trazabilidad», dijo a Efe el investigador principal del proyecto, Leonel González.

González, padre de un menor con espectro autista, explicó que es «una herramienta para que los terapeutas pueden plantear diversos tipos de actividades» y con ayuda de la «tecnología hacer una pequeña perimetría del niño, saber su grado de aceptación o impacto emocional».

EL ANCESTRAL «ÁRBOL BARRIGÓN» QUE DA INFORMACIÓN A LA «NUBE»

«MyRot» es una representación del árbol barrigón de Panamá que expresa gestos y emite la voz del especialista a través de una bocina, que en una «primera etapa es una marioneta digital, en el que el profesor o terapeuta tiene una ‘app’ en su celular a través de la cual habla por su micrófono y manipula los gestos».

«El terapeuta puede ir cambiando las emociones e interactuando con el niño. No importa el idioma porque es el profesional quien habla», añadió González.

Se genera una «trazabilidad y protocolos nuevos que traducen lo que se hacía a papel y a mano, pero ahora es un producto orientado a la nube, dentro de los procesos de seguridad, para que no solamente la información la tenga un terapeuta sino incluso la familia, pues los procesos de la terapia son digitales».

«Elegimos el árbol barrigón porque es la representación del Baobabs en África, donde tiene muchas historias, o el Cuerpo de Botella de Madagascar que muchos niños ven caricaturas», aclaró González.

Este «árbol ancestral representa una historia de ‘bullying’ y como al final reconoce su diferencia, la cual hace que el sea especial y más por este tema de cambio climático porque este árbol contiene mucha agua en su tronco, de ahí barrigón», explicó.

MÁS DE 15.000 MENORES BENEFICIADOS Y UNA NUEVA INVESTIGACIÓN

El árbol robot, financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) con 30.000 dólares, está desarrollado con lenguaje Dart y Javascript por un grupo de investigaciones, entre los cuales está un menor de 15 años que colaboró con la plataforma web de la aplicación.

De los ocho «árbol robot» desarrollados, seis fueron donados al Instituto Panameño de Habilitación Especial, en sedes a nivel nacional, uno a la Fundación Laboral Jóvenes con Discapacidad (Jadis), mientras que el restante queda en mano de los investigadores para avanzar en el proyecto.

Así, el proyecto beneficiará a 15.774 estudiantes de los centros de capacitación especial, con otro tipo de necesidades.

A pesar de que los investigadores aún no tienen resultados preliminares del impacto de la herramienta, esperan que el próximo año arranque la primera investigación ya avalada los Comités de Bioética de la Universidad de Panamá.

«La única muestra que tenemos con los niños fue en la Feria del Libro, donde pueden ir hasta 40.000, allí el árbol solo contaba cuentos. Pero nos dimos cuenta que los niños con características del síndrome autista eran los que más afinidad tenían», relató.

«Por eso, decidimos comenzar con niños con espectro autista; eventualmente se hará con Síndrome de Down y otros», concluyó.