Vista de la sede de la firma de abogados Mossack Fonseca, el pasado 4 de abril de 2016, en la ciudad de Panamá (Panamá). EFE/Archivo

Los dos socios principales de la firma Mossack Fonseca, epicentro de los denominados papeles de Panamá, quedaron detenidos este jueves, horas después de que las autoridades panameñas les imputaran cargos por su presunta implicación en el caso «Lava Jato», la mayor trama de corrupción de Brasil.

Ramón Fonseca Mora, antiguo ministro consejero del presidente panameño, Juan Carlos Varela, y Jürgen Mossack, fueron trasladados desde la sede del Ministerio Público a los calabozos de la policía, en la capital, para que este viernes continúen una indagatoria iniciada el jueves, indicó a su abogado defensor, Elías Solano.

Ambos acudieron horas antes a oficinas del MP para comparecer por la relación de su bufete con delitos relacionados a «Lava Jato».

Solano indicó a periodistas, a las puertas de la Dirección de Investigación Judicial de la policía, que sus defendidos pasarán ahí la noche pero que no pesa sobre ellos ninguna medida cautelar porque «la diligencia no ha terminado».

La firma, especializada en la creación de sociedades «offshore», actuó como una organización criminal dedicada a ocultar activos de origen sospechoso dentro del caso «Lava Jato», de acuerdo con una investigación que reveló este jueves la fiscal general panameña, Kenia Porcell.

Según Porcell, el despacho de abogados daba instrucciones a su «encargada» en Brasil para «ocultar documentos y eliminar evidencias», y hacer que dinero proveniente de sobornos regresase «lavado o blanqueado a Panamá».

La fiscal también señaló que la formulación de cargos es fruto de una investigación que ha durado cerca de un año y que se ha hecho en conjunto con las fiscalías de otros países, entre los que se encuentran Brasil, Suiza y Estados Unidos.

El defensor de Mossack y Fonseca aseguró este jueves que se trata de «cargos forzados, carentes de pruebas» y que era «triste» que el Ministerio Público (MP-Fiscalía) basara una imputación con «copias simples, extraídas de internet, supuestamente procedentes del extranjero, pero sin cumplir con los requisitos mínimos», como la apostilla.

Solano añadió que en su equipo hay antiguos trabajadores de la Fiscalía «que jamás habían visto» una imputación con un respaldo de esa calidad.

Las oficinas de la firma Mossack Fonseca, a la que se le sigue otra investigación por los denominados papeles de Panamá, fueron allanadas este jueves, poco antes de que Fonseca Mora y Mossack se presentaran ante la Fiscalía.

Antes de entrar a declarar, Fonseca Mora acusó al presidente panameño de haber recibido «donaciones» de la multinacional brasileña Odebrecht, envuelta en un megaescándalo de sobornos en distintos países de Latinoamérica, algo que Varela negó luego en una conferencia de prensa.

También apuntó contra la Fiscalía por supuestamente usarle como «chivo expiatorio» mientras abundan las críticas por la lentitud de veintenas de investigaciones por corrupción.

«Lava Jato» es el nombre con el que se conoce en Brasil la operación que investiga los desvíos millonarios que durante décadas se dieron en el seno de la petrolera estatal Petrobras y que salpican a la constructora Odebrecht, además de a decenas de empresarios y políticos del país.

Odebrecht, por su parte, pagó 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de América Latina y África, de los cuales 59 millones fueron a parar a Panamá durante la Administración de Ricardo Martinelli (2009-2014), de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

La revelación de los papeles de Panamá, la filtración masiva de documentos de 40 años de labores de Mossack Fonseca, sacó a la luz pública millones de empresas offshore que levantaron sospechas sobre evasión y blanqueo, e involucran a personalidades de todo el mundo.