Funcionarios de emergencia están exhortando a millones de residentes a lo largo de la costa sureste de los EE.UU. a que finalicen los preparativos antes de la llegada del huracán Florence. Se espera que la tormenta toque tierra esta semana, desatando vientos dañinos y cantidades de lluvia que amenazan la vida.
Florence es actualmente una tormenta de categoría 4 con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora. Los meteorólogos no esperan que la fuerza de Florencia cambie mucho antes de llegar a la costa cerca de la frontera entre Carolina del Norte y Carolina del Sur.
Uno de los shelters dispuestos para recibir a residentes en Wilmington tiene capacidad de acoger a 240 personas. 227 personas ya están acá, de acuerdo a funcionarios consultados.
En el último informe, el sistema masivo estaba a unos 855 kilómetros al sureste de Cape Fear, Carolina del Norte. El Centro Nacional de Huracanes dijo el miércoles: «Se pronostica que Florence será un huracán importante extremadamente peligroso cuando se acerque a la costa de Estados Unidos».
De acuerdo con los pronósticos, Florence tocará tierra el jueves por la noche o el viernes en la madrugada, después bajará su velocidad de desplazamiento y causará precipitaciones por varios días que alcanzarán entre 30 y 75 centímetros (entre 1 y 2,5 pies) que podrían derivar en inundaciones incluso lejos de la costa y causar estragos ambientales si anega vertederos de desechos industriales y granjas porcinas.
Tanto meteorólogos como políticos solicitaron a la población que tomara con seriedad las advertencias y describieron los peligros sin rodeos.
“Esta tormenta es monstruosa. Es enorme e intensa. Es un huracán histórico, extremadamente peligroso”, dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper. “Las olas y los vientos que esta tormenta podría causar no se parecen a nada que ustedes conozcan. Incluso si ustedes han superado tormentas antes, ésta es distinta. No arriesguen su vida frente a un monstruo”.
El presidente Donald Trump declaró estado de emergencia para Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, lo que permite que reciban asistencia federal. Afirmó que el gobierno federal está “absoluta y totalmente preparado” para Florence.
Pero algunos esperan alguna intervención divina.
“Ya oré y estoy tan listo como se puede estar”, dijo Steven Hendrick mientras llenaba bidones de gasolina cerca de Conway, Carolina del Sur.
Más de 5,4 millones de personas viven en las zonas de la costa este para las que se emitieron avisos de prevención por huracán, de acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología, y otros 4 millones viven en zonas bajo avisos de prevención por tormenta tropical.
Las Carolinas y Virginia ordenaron evacuaciones de gran escala en la zona costera. Pero apartarse de la ruta de daños no es tarea fácil.
Debido a su gran anchura, Florence causa una marejada ciclónica que se extiende a 480 kilómetros (300 millas) de su vórtice, y como carga tanta agua podría causar un diluvio en una franja que va de Carolina del Sur a Ohio y Pensilvania.