Carlos Blanco, es economista, investigador de desarrollo político e institucional con énfasis en Venezuela y América Latina, profesor universitario, ex Ministro y Presidente de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado durante el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez. “Tiempo de Palabra” es el nombre de su columna semanal reproducida en decenas de paginas WEB, donde analiza la coyuntura política nacional e internacional, editor de revistas y moderador de programas de televisión

 

Los venezolanos tienen 90 días en la calle protestando, al tiempo que se producen declaraciones de antiguos miembros de la administración de Chávez contra las ejecutorias de Nicolás Maduro. La AN fue tomada por la Guardia Nacional Bolivariana, y la Base aérea la Carlota y el Tribunal Supremo de Justicia fueron resguardados luego de que un helicóptero lo sobrevolara ¿Cómo analiza usted los recientes acontecimientos?

 

Esos finales de regímenes autoritarios son muy cruentos. Y el de Nicolás Maduro lo ha sido. Estructuralmente ha descuidado la seguridad pública. Venezuela es uno de los países más inseguros del mundo y su capital, Caracas, la más violenta del planeta, según lo señalan estudiosos del asunto. Ese hecho de la inseguridad ha mostrado, por una parte, el derrumbe de las instituciones y de las policías y por otra, el uso y abuso de la represión a la disidencia que se añade a esa situación de inseguridad pública de una manera brutal y que son la persecución, el exilio, encarcelamientos, enjuiciamientos y torturas, ejemplos de ello en Venezuela tenemos de sobra.

 

Maduro ha declarado en cadena de radio y televisión que si la revolución bolivariana fuera destruida “lo que no se pudo con los votos, lo haríamos con las armas” ¿cómo califica esa declaración?

Ese es el caso del Cisne, una patética despedida de Maduro que ya sin apoyo popular, sin la posibilidad de mantenerse en el poder por la vía de la legitimidad de los votos, amenaza con las armas, que sabemos que las usa ya que es la fuerza la única manera con la que se ha mantenido en el poder. Maduro confiesa con esa declaración que solo le queda el fusil para mantenerse en el poder. No tengo dudas de que él se encuentra encerrado en un bunker, atemorizado, sin apoyo nacional ni internacional, con su propio frente interno resquebrajado y aferrado al poder de una manera suicida porque mientras más reprima, menos apoyo tiene. De tal manera que lo que estamos viendo es una pendiente criminal, sangrienta, pero final.

 

Se comenta que en Miraflores se estudia la posibilidad de una suspensión de garantías

Las garantías están suspendidas, ¿cuál otra nos van a suspender? Si tomamos conciencia de que el régimen viola la Constitución, suspender o no las garantías es un tema absolutamente formal, es para encerrar a más ciudadanos, realizar redadas más grades de las que ya hacen, allanar más hogares de los que allanan. Suspenderán las garantías para justificarlo, pero ya hacen las barbaridades que todos conocemos como fusilar niños y jóvenes en las manifestaciones.

 

Usted ha dicho a través de su twiter @carlosblancog que la AN debe nombrar representantes formales en los principales países. Por otra parte, dirigentes de oposición han declarado que no existe la figura de la transición en la Constitución nacional, ¿cómo hacer los nombramientos si no hay

transición?

En la Constitución no existe la figura de la transición como tampoco está el mantenerse en el poder mediante la represión y la dictadura. Tampoco existe la figura de desconocer al parlamento, ni la del cercenamiento de la libertad de expresión, de reunión o tránsito y, ese país que no está en nuestra ley fundamental, es el que vivimos. Venezuela hoy es un país fuera de la Constitución, en consecuencia, lo que hay que hacer es emplear todos los medios posibles para rescatarla con métodos que pueden no ser democráticos, precisamente porque han sido secuestrados. Los dictadores imponen su régimen con represión, sus magistrados, policías, paramilitares y militares que actúan fuera de la ley. Lo que queda entonces, para el rescate de la democracia, es la acción insurgente y legítima de la sociedad que tiene tradición y reconocimiento mundial.

En cuanto a los nombramientos de representantes en algunos poderes, pienso que el parlamento debe comenzar a ejercer una función de construcción de la transición designándolos con la representación formal de la AN, con miras al proceso que va a venir inexorablemente. Maduro no va a realizar elecciones para que tengamos un presidente democrático, ese viraje es impensable. Por lo tanto, debemos tener designados que representen la institucionalidad del país e ir construyendo la transición.

Venezuela va necesitar una vasta operación internacional de ayuda humanitaria, para eso, hay que ir conversando con los gobiernos de países como Colombia, Estados Unidos, Brasil entre muchos otros e hilvanar la red que, desde el mismo momento de la transición, comience a enviar esa ayuda de alimentos y medicamentos que escasean y que necesitamos todos los venezolanos. Pero también hay que nombrar a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, la Sala Constitucional y que comience a funcionar en el antiguo Salón del Senado del Congreso para desarrollar los juicios pendientes en la materia. Creo que se pueden ir dando pasos muy importantes.

 

¿Los gobiernos reconocerían esta transición y los posibles nombramientos referidos?

Sin duda. Es más, tengo la impresión de que muchos gobiernos están esperando esta iniciativa por parte de la AN; no de un partido o de la MUD, sino de un parlamento que es la representación legítima del pueblo venezolano.

 

Una reflexión final

Cuando hay un clima tan complejo como el que se vive en nuestro país, lo fundamental es guiarse por los principios, siendo el principal la libertad. Ciertamente, los venezolanos necesitamos comida, medicinas, seguridad, paz y la posibilidad de volver a entendernos y reencontrarnos, pero eso solo lo obtendremos una vez que se consiga la libertad. Hagamos todo lo necesario por alcanzarla, converjamos con todo aquel que aspira lo mismo sin discriminación, en unidad, entendiendo que muchos con los que hasta ayer no estábamos de acuerdo ahora coincidimos en tan importante objetivo. Los venezolanos vamos a dar una gran demostración -como lo hicimos en enero del 58 cuando derrotamos la dictadura de Pérez Jiménez- de unidad, propósitos elevados y de una profunda eticidad en el manejo del conflicto.