Los alimentos entregan la energía y los nutrientes necesarios para estar sanos. Entre los nutrientes se incluyen carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua que son esenciales para la vida. Con relación a las dos primeras, las cantidades óptimas que una persona debe comer han sido tema de debate durante décadas, y a lo largo del tiempo el péndulo ha cambiado en cuanto las dietas bajas en grasas y bajas en carbohidratos

Una nueva investigación sugiere que no es la grasa de la dieta lo que aumenta el riesgo de acortar la vida, sino que los carbohidratos en exceso, sobre todo los refinados y procesados.

La investigación también encontró que comer frutas, verduras y legumbres puede reducir ese riesgo. Pero tres o cuatro porciones al día parecieron ser bastantes. Las porciones adicionales no parecieron ofrecer un mayor beneficio. Como por ejemplo, comerse una hamburguesa con queso no es malo, y añadir lechuga y tomate sigue siendo bueno, pero un exceso de pan de harina blanca para la hamburguesa podría aumentar su riesgo de morir en forma prematura.

Las personas con una ingesta alta de grasa (más o menos un 35 % de la dieta diaria) tenían un riesgo de muerte prematura un 23 % más bajo, y un riesgo de accidente cerebrovascular un 18 % más bajo, frente a las personas que menos grasa comían, señaló la autora líder, Mahshid Dehghan, investigadora en el Instituto de Investigación sobre la Salud de la Población de la Universidad de McMaster, en Ontario.

Los investigadores también anotaron que una ingesta muy baja de grasas saturadas (de menos de 3 % de la dieta diaria) se asoció con un riesgo más alto de muerte en el estudio, en comparación con las dietas que contenían hasta un 13 % diario. Al mismo tiempo, las dietas ricas en carbohidratos (que contenían en promedio un 77%) se asociaron con un aumento del 28 % en el riesgo de muerte, frente a las dietas bajas en carbohidratos. El estudio mostró que al contrario de lo que popularmente se cree, un mayor consumo de grasas en la dieta se asocia con un riesgo más bajo de morir.

Se encontró que por debajo de un 10 % de energía a partir de la grasa saturada fue beneficioso, y reducir por debajo de un 7 % podría incluso resultar nocivo. Igualmente sugirió que «las mejores dietas incluyen carbohidratos y grasas en equilibrio, con más o menos entre un 50 % y un 55 % de carbohidratos y un 35 % de grasas en total, incluyendo tanto las grasas saturadas como las insaturadas».

El estudio fue presentado en una reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology), en Barcelona, España.