VÍA: BBC MUNDO

Cuando Qatar fue seleccionado como anfitrión de la Copa del Mundo de 2022, la decisión generó controversia. Las preocupaciones abarcaron desde el historial de derechos humanos del reino hasta desafíos logísticos como la forma en que se las arreglarían jugadores y aficionados en un país con temperaturas que superan los 40 °C.

Mover el torneo al invierno local fue parte de la respuesta. Pero la rica nación desértica promete dejar además un legado radical: avances en tecnología que permitirán la celebración de grandes eventos deportivos durante todo el año, incluso en los países más cálidos. Hajar Saleh, futbolista de Qatar, dice que el calor y la humedad hacen que jugar en la región sea un gran desafío.

Entonces, ¿cómo se logrará que jugadores y espectadores se sientan a gusto?

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