La ministra chilena de Interior, Izkia Siches, abrió este miércoles una polémica al denunciar irregularidades en la expulsión de migrantes durante el Gobierno anterior, presidido por el conservador Sebastián Piñera (2018-2022).
En una declaración ante la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, la ministra mencionó el supuesto regreso, «con todos sus pasajeros», de un avión que había sido fletado para repatriar a Venezuela a un grupo de personas que ingresaron de forma irregular a Chile.
“Identificamos que uno de los aviones de las expulsiones que se hicieron a Venezuela retornó con las mismas personas y nosotros no teníamos idea (…) ¡con todos los pasajeros expulsados!”, afirmó Siches, integrante del gabinete del izquierdista Gabriel Boric, en el poder desde el 11 de marzo pasado.
“Quiero desde ya señalar que si nosotros hiciéramos eso, sería portada del (diario) La Segunda el mismo día. Mis felicitaciones al Gobierno anterior porque tuvo la capacidad de tapar esto con tierra, porque es algo gravísimo», dijo.
«¿Dónde están esas personas?, que tienen indicación judicial de expulsión. Es gravísimo. Por lo mismo, cuando hagamos expulsiones, debemos garantizar que no nos pase lo mismo”, sostuvo Siches en una declaración difundida por la prensa local.
La denuncia desató la ira de los diputados de derecha, algunos de los cuales negaron que tal suceso hubiera ocurrido y exigieron a la ministra «pruebas concluyentes» y detalles del controvertido vuelo.
SU ANTECESOR SE DEFIENDE
Minutos después de que la polémica saltara a la palestra pública, su antecesor en el cargo, Rodrigo Delgado, se sumó a las voces que negaron la supuesta fallida expulsión y exigió a la ministra datos como la fecha del vuelo o la lista de pasajeros.
“Descarto absolutamente los dichos de la ministra Siches en la Comisión de Seguridad de la cámara y le solicito que transparente ahora los antecedentes concretos de su denuncia, fecha del vuelo y nómina de pasajeros que habrían vuelto a Chile”, indicó Delgado en redes sociales.
“Cada vuelo que se realizó fue con base en una rigurosa acreditación y autorización del país receptor, siendo los únicos que iban y regresaban los funcionarios de la PDI (Policía de investigaciones), que obviamente estaban a cargo de la seguridad del vuelo”, añadió.
Chile sufre desde hace más de un año la crisis migratoria más grave de su histórica contemporánea, con cientos de personas -en su mayoría de nacionalidad venezolana, pero también haitianos- entrando cada día de forma irregular a través de la frontera con Perú y Bolivia.
La crisis, de la que la oposición responsabiliza al discurso de Piñera, ha multiplicado los problemas de seguridad en las provincias limítrofes y desatado un fuerte sentimiento de xenofobia, con movilizaciones, paros de transportistas y episodios de violencia.