Espero que esta vez sí sea verdad el discurso de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), aunque me cuesta creerlo. Con un nuevo presidente, Juan José Ávila, se esperan varios cambios en el béisbol venezolano. Se habla desde el paupérrimo estado de los clubhouse hasta los hechos de violencia en las gradas.
Ávila le dijo esto a Líder. «Hubo muchas quejas sobre el mal estado de los clubhouses. Sobre todo en el Universitario y el Luis Aparicio. Ahora viene un seguimiento sobre este tema».
Un pelotero de mucha trayectoria en la pelota venezolana, que no considero propicio nombrar, me comentó en diciembre 2016 lo siguiente. «Mi pana, nos hemos tenido que bañar con tobos de agua y hasta uno pequeño por persona. Esto no parece pelota profesional», aseguró en ese momento.
Siendo la liga de Venezuela una de las más importantes del Caribe, me parece algo completamente absurdo. Y es que entiendo la situación que atraviesa el país, pero esto no es nada nuevo. Las cosas básicas, como agua, no deberían faltar, por solo poner un ejemplo.
Sin señalar a nadie en especial, entiendo que todavía en la liga hay directivos que solo piensan en los juegos y ya. Los nueve episodios y que se den las jugadas. No les importa el fanático, su comodidad o lo que pase dentro del clubhouse con sus peloteros. El plan es cobrar por entrada y no ir más allá. Son básicos que no responden a un espectáculo como tal.
Ojo, no son todos. Hay quienes sí se esfuerzan, otros más tímidos y el grupo que hablamos anteriormente. Quien ha tenido la oportunidad de ir a un juego de Grandes Ligas notarán la diferencia desde que estaciona su carro o llega por metro o bus a los escenarios. La comparación y la distancia son odiosas, pero al menos buscar un parecido es una meta que debe estar presente.
Decisión acertada
Juan José Ávila también habló de que se capacitará a un personal para que sean vigilantes del buen uso de los estadios. Esa es la palabra clave aquí: capacitación. Gente que entienda el espectáculo, que lo viva y que aporte ideas. No simplemente que sean títeres de los dueños.
La LVBP también habló sobre los actos de violencia en las gradas, punto clave y determinante. Esto fue lo que se dijo: “Ahora si ocurren hechos violentos que alteran el orden público seremos más rigurosos. No vamos a esperar tanto tiempo para suspender o no un juego. Simplemente suspenderemos y la liga tendrá 12 horas para tomar una decisión de qué hacer con ese compromiso”.
Mejor imposible siempre y cuando sea cierto. Al fanático hay que educarlo, porque no puedes exigirle nada a nadie sino lo enseñas primero.
Amanecerá y veremos…