El secretario general de la Naciones Unidas, António Guterres, descartó el miércoles reunirse con el líder de la oposición venezolana y presidente encargado del país caribeño, Juan Guaidó, si este asiste a la Asamblea General de la próxima semana, a pesar del apoyo que tiene entre la mayoría de las naciones occidentales y latinoamericanas.

“No, eso no está siendo planeado”, contestó tajantemente el jefe de la ONU en una conferencia de prensa sobre la cumbre mundial anual cuando se le preguntó si se reuniría con Guaidó.

Agregó, sin embargo, que las Naciones Unidas mantuvieron un «contacto regular» con la oposición de Venezuela.

Más de 50 naciones reconocen a Guaidó como presidente interino, pero el gobierno en disputa de Nicolás Maduro ocupa el asiento de Venezuela en la ONU y disfruta del respaldo de los miembros del Consejo de Seguridad de Rusia y China.

Guterres dijo que las Naciones Unidas no serán el escenario de negociaciones entre Maduro y la oposición.

Pero expresó la esperanza de una reanudación del diálogo entre el gobierno y la oposición patrocinada por Noruega, que se rompió el mes pasado.

Maduro, que preside una economía en ruinas que ha provocado que millones de personas huyan de la nación productora de petróleo, no tiene previsto viajar a Nueva York para la Asamblea General.

Pero su gobierno planea presentar firmas de venezolanos para denunciar al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por las sanciones económicas.

Funcionarios estadounidenses y líderes de la oposición ya han atacado la petición, y acusaron al gobierno de Maduro de amenazar con retener la ayuda alimentaria que tanto necesitan los venezolanos que no firman.

Guaidó, a su vez, ha dicho que enviará una delegación a la Asamblea General de la ONU para denunciar el supuesto apoyo de Maduro a los ex rebeldes de las FARC en la vecina Colombia.

Dos disidentes del grupo rebelde desmovilizado, y Jesús Santrich, han anunciado el regreso a las armas.

Las Naciones Unidas tomaron la delantera en el acuerdo de 2016 en el que las FARC dejaron las armas y terminaron medio siglo de guerra, y el organismo mundial recientemente renovó una misión de verificación en Colombia por un año.

“Usaré esta cumbre para hablar sobre todo con Venezuela y Colombia porque creo que es muy importante evitar una escalada de conflicto en la región”, dijo Guterres.