Funcionarios del Gobierno venezolano y varias organizaciones no gubernamentales condenaron este lunes el ataque contra la medallista olímpica Stefany Hernández, quien denunció este fin de semana haber sufrido agresiones homofóbicas en un bar restaurante en la ciudad de Caracas.
El canciller de Venezuela, Félix Plasencia, expresó su solidaridad y apoyo a Hernández y calificó de «vergonzosa» la agresión de la que fue víctima.
«Toda nuestra solidaridad y apoyo para Stefany Hernández, gloria olímpica venezolana, embajadora deportiva de Venezuela, gran amiga y excelente ser humano. La vergonzosa agresión de la que fue víctima no refleja los valores de amor y tolerancia de nuestro pueblo», escribió el ministro en su cuenta de Twitter.
El gobernador del céntrico estado Miranda, Héctor Rodríguez, rechazó en la red social la «terrible discriminación y violencia física que sufrió» Hernández, y dijo que «es inaceptable que se defienda a los agresores y se violente a quienes son las víctimas de la violencia».
Por su parte, el ministro de Deporte, Mervin Maldonado, pidió que «se aplique todo el peso de la ley» a los implicados y exigió «respeto para los derechos de todas las personas».
El pasado sábado, la ciclista de BMX, ganadora de la medalla de bronce en las Olimpiadas de Río 2016, denunció en sus redes sociales que fue víctima de agresiones por parte del personal de seguridad de un bar restaurante caraqueño.
Este domingo, el fiscal venezolano, Tarek William Saab, informó que las autoridades del país detuvieron al agresor de la atleta.
«Designado el fiscal 82 nacional en defensa para la mujer, para investigar agresión física contra la medallista olímpica Stefany Hernández. Por dichos sucesos, fue detenido Robert Ordóñez Ángel, quién será imputado por el delito de violencia física agravada», escribió el funcionario en su cuenta de Twitter.
Según Hernández, un hombre de la seguridad del local le golpeó la cara y el oído.
«Nos expulsaron del local a mí y a un grupo de amigos porque no le gusté a unos cuantos homofóbicos que quisieron atacarnos. (…) Lo que más me duele es que sigamos siendo mujeres agredidas y objeto de todo tipo de violencias», añadió.
La directora de la ONG Unión Afirmativa, Quiteria Franco, dijo a Efe que la violencia contra la mujer es condenable y que «los cuerpos de seguridad y las empresas de vigilancia definitivamente deben pasar por un proceso de formación y capacitación para evitar la violencia, no para ejercerla».
«Hay una responsabilidad empresarial también que no se está cumpliendo las ordenanzas contra la discriminación. Los casos siguen sucediendo sin que haya ningún tipo de sanción. El mensaje, entonces, es de impunidad, no importa lo que hagas, los homosexuales no denuncian, ahora solo se hace por redes sociales, para ver si se corre con suerte de que el fiscal lo vea y actúe», afirmó.
En este sentido, la ONG Caleidoscopio Humano manifestó por Twitter que hechos como las agresiones físicas por orientación sexual «deben ser rechazados».
«No podemos seguir en silencio ante este tipo de agresiones. El silencio nos hace cómplices», agregó.
El bar Narciso, de donde fue expulsada, publicó un comunicado en sus redes sociales en el que informó que «los hechos de agresión y discriminación denunciados en las últimas horas en las redes sociales ya están siendo atendidos por las autoridades competentes».
El restaurante Anónimo, donde opera Narciso, aseguró que, «en repudio a las acciones de abuso y violencia ejercidas por el equipo de Narciso Bar Club», decidieron «cancelar la concesión» del bar, «que operaba en área lounge en la segunda planta» del establecimiento desde diciembre de 2021. EFE