Estar endeudado sin tener posibilidades de pagar y sólo viendo como los pasivos crecen cada día más es una de las sensaciones más angustiantes que se puede experimentar en la vida financiera.
Hay algunos que se empeñan en ignorar el problema y lo abandonan por la desesperanza de sentir que no hay solución. Sin embargo, hacer el problema de lado sólo tiende a empeorar las cosas porque se va creando un historial crediticio negativo que puede afectar en el futuro. Nunca se sabe cuándo se va a necesitar solicitar un préstamo por cualquier circunstancia y no es recomendable tener una mancha negra en el expediente por haber acumulado deudas que se volvieron insostenibles, indica un comunicado de finanzas prácticas de Visa Inc.
¿En qué momento se considera que una deuda es grande?
Por lo general, se dice que una deuda no debe ser un valor mayor al 30% de los ingresos totales de una familia o individuo.
Lo mejor es hacer cálculos siempre que se piensa adquirir un nuevo compromiso, para estar seguros de que no hemos sobrepasado el límite.
¿Si ya tengo el problema, qué puedo hacer?
Lo mejor es confrontar el problema y diseñar una estrategia que nos permita, en primer lugar, no llegar a situaciones extremas donde la deuda no pueda pagarse. En segundo lugar, que nos facilite la organización para hacer los pagos necesarios.
A continuación, mencionaremos dos sencillos pasos altamente efectivos para disminuir la deuda.
Conocer las deudas. Muchas veces llega a suceder que sabemos que debemos, pero no conocemos exactamente cuánto ni a quién. Un paso muy importante es tomar nota de todas las deudas que tenemos y organizarlas de acuerdo con los montos y los plazos de pago que tenemos.
Lo que se debe considerar como primer criterio para categorizar una deuda como principal o más urgente no es el monto sino el plazo de pago. Por ejemplo, puede ser que la hipoteca de nuestra vivienda sea bastante elevada, pero no será tan urgente como el pago de la tarjeta de crédito, cuyo plazo vence a fin de mes.
Apartar una cantidad mensual. Es muy recomendable destinar una cantidad mensual adicional para abonar dinero a la deuda. Deberá ser un monto significativo que permita realmente la disminución paulatina de los pasivos. Para poder realizar este paso, será necesario considerar y enlistar primero todos los gastos que realizamos, para así saber cuáles son prescindibles, de suerte que podamos obtener dinero de allí.
Los gastos superfluos pueden incluir actividades cotidianas como salidas a restaurantes, bares y sitios similares; uso excesivo del automóvil; comprar comida chatarra y refrescos; fumar.
La cantidad destinada para cubrir las deudas y acelerar su pago deberá destinarse en primer lugar a las más urgentes, a todas aquellas consideradas en la lista de pasivos realizada en el primer paso.
Es conveniente utilizar esta cantidad para pagar más del monto mínimo requerido por cada préstamo, de suerte que no se acumulen más intereses y en verdad estemos reduciendo el valor de la deuda.
Si estos pasos no son suficientes para disminuir gradual y significativamente la deuda, o nada cambia al cabo de unos meses, quiere decir que el problema es más complicado. En estos casos, lo más recomendable es acercarse a las instituciones financieras con las que se tiene la deuda para explicar la situación y hablar de posibles alternativas. Lo más importante es no tratar de ignorar la situación, ya que mientras más tiempo pase, más intrincado será el asunto.
Con información de nota de prensa.