Marisa Leticia Lula da Silva, esposa del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, falleció este jueves por complicaciones causadas por un accidente vascular cerebral hemorrágico.
A los 66 años, Marisa Leticia, fue internada desde el 24 de enero en el hospital Sirio Libanés, en São Paulo. La noticia se confirmó cuando Lula y su familia autorizaron públicamente la donación de órganos por muerte cerebral. En un mensaje en Facebook, Lula agradeció las «manifestaciones de cariño y solidaridad».
Según informa ABC, quienes la conocían bien, entre ellos, Roberto Kalil, el cardiólogo que la trataba hace 30 años y que firmó su defunción, aseguran que era ella quien le daba la sustentación emocional a Lula, que pasa por un mal momento, golpeado por denuncias que lo citan en el escándalo conocido como Lavacoches
Marisa conoció a Lula en 1973, cuando realizaba trámites en el sindicato de Sao Bernardo donde, el entonces operario, la atendió. Ella buscaba la pensión de su primer marido, un taxista asesinado a tiros en un asalto, que la había dejado viuda y embarazada de cuatro meses.
Ella y Lula se casaron dos años después y tuvieron otros tres hijos, Fábio, Sandro y Luís Cláudio. Lula adoptó al primer hijo de Marisa, Marcos, y ella cuidó a Lurian, la primera hija de él con una enamorada.