Por Adriana Núñez Rabascall | Voz de América

La señal de la empresa de televisión por suscripción DirecTV salió de las pantallas venezolanas el 19 de mayo. En un comunicado, la compañía, con sede en Dallas, explicó que era “imposible cumplir con los requisitos legales de los dos países”, Venezuela y Estados Unidos, argumentando que las sanciones de la Casa Blanca “han prohibido la transmisión de los canales Globovisión y PDVSA, ambos requeridos bajo la licencia para ofrecer servicio de TV paga en Venezuela”.

El Tesoro había dado un plazo hasta el 21 de enero de 2020 a Globovisión para finalizar sus contratos pendientes con cualquier institución estadounidense, luego de que, a través de la Orden Ejecutiva 13850, la Oficina de Control de Activos (OFAC, por sus siglas en inglés), sancionara a su propietario Raúl Gorrín, por actos de corrupción. En el caso de PDVSA TV, se trata de una cadena que forma parte la petrolera estatal de Venezuela, también incluida en la lista de la OFAC.

DirecTV habría podido continuar en la nación sudamericana de no ser porque, según el gobierno interino de Juan Guaidó, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) le exigía mantener en su parrilla a Globovisión y a PDVSA TV.

El cese de operaciones provocó la reacción del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, quien escribió en su cuenta en Twitter que, para Nicolás Maduro, “proteger a sus compinches y su dinero es más importante que permitir que diez millones de ciudadanos accedan a información sin censura”.

Ya entre 2014 y 2017, por orden de Conatel, DirecTV y el resto de las operadoras por cable fueron obligadas a sacar del aire los canales NTN24, CNN en Español, Caracol TV y RCN, entre otros, por difundir protestas contra Maduro, pero los venezolanos seguían disfrutando de otras 100 estaciones de televisión.

Esta semana la organización no gubernamental Un Mundo Sin Mordaza inició una recolección de firmas, a través de la plataforma Change.org, para pedir a la multinacional AT&T que se “solidarice con el pueblo de Venezuela y reactive la señal de Directv en el país”. En dos días han alcanzado 100.000 rúbricas y, en las próximas semanas, tienen previsto solicitar una reunión con la directiva de AT&T, propietaria de DirecTV para hacer la solicitud formal.

Pero ¿es esto posible?

Rodrigo Diamanti, director de Un Mundo Sin Mordaza explicó a la Voz de América, que DirecTV y la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, podrían llegar a un acuerdo para retomar las operaciones. “Si hace falta algún tipo de basamento jurídico, la Asamblea Nacional lo puede realizar, porque el gobierno de Estados Unidos, donde ellos operan, reconoce al parlamento y no a Maduro”, indicó.

Para este jueves, 28 de mayo, la ONG convocó a una protesta vía Twitter con las etiquetas #ATTHelpVzla y #DirectvLibre, pues advierten que “DirecTV es la única ventana de información, distracción y entretenimiento para más de 10 millones de venezolanos, en su mayoría de sectores populares, y su salida los deja sin esa opción en medio de una cuarentena”, señaló Diamanti.

DirecTV es la compañía de televisión por suscripción con mayor número de clientes en Venezuela, alcanzando el 45% de los hogares, según cifras oficiales, pero desde su cierre en el país, las pantallas de esos hogares quedaron en negro.

Diamanti sostiene que se puede buscar “una manera para que la gente se registre en un sistema, como quien se suscribe a Netflix o Amazon Prime y definir un contrato alternativo entre los usuarios y la empresa”.

“Eso no es descabellado”, asegura.

Sin embargo, el periodista especializado en telecomunicaciones, Fran Monroy advierte que es poco probable que DirecTV vuelva a Venezuela.

“La recolección de firmas es una campaña activista que, considero, será inútil desde el punto de vista práctico, pero que, desde el punto de vista civil, tiene una validez que es la de protestar”, indica Monroy en conversación con la VOA.

Advierte que hay obstáculos técnicos y económicos. “¿Quién cobra el servicio si ya DirecTV cerró sus oficinas en Venezuela? ¿Quién le paga a los 200 canales por estar en esa plataforma? ¿Quién paga el costo del satélite?”, se pregunta Monroy.

Recuerda que los servicios que ofrecen, tanto las operadoras por cable como las telefónicas, se vieron golpeados por la decisión de la Conatel de impedir el aumento de las tarifas. “Un paquete que en Colombia costaba 65 dólares en Venezuela apenas valía 2 dólares, por tanto, para DirecTV ya no era rentable estar acá”, detalla.

Monroy cree que Directv sólo volvería a Venezuela con un cambio en el poder, pues “tiene infraestructura que defender y una posición importante en el mercado”.

Mientras, el régimen chavista acusó a Estados Unidos y a “la oposición extremista” de quitarte la televisión por cable a los venezolanos. “DirecTV se convirtió en historia pasada”, dijo Nicolás Maduro el domingo.

El Tribunal Supremo de Justicia ordenó la “inmediata restitución del servicio” y autorizó al Ejecutivo a tomar control de oficinas, equipos y antenas de la multinacional, sin embargo, hasta la fecha, no ha sido posible reanudar las transmisiones.