El presidente panameño, Laurentino Cortizo, alertó este jueves que la crisis de migrantes irregulares es uno «de los retos más apremiantes» en América y pidió «acciones concretas» para enfrentarlo.

Durante su discurso en la plenaria de la Cumbre de las Américas, el gobernante recalcó que Panamá «vive el drama constante de los migrantes irregulares», pues llegan por miles a este país tras atravesar la peligrosa selva del Darién, la frontera de Panamá con Colombia, en su viaje hacia Norteamérica.

Cortizo, de 69 años, fue enfático al señalar que la raíz de esta crisis migratoria irregular, patentada en cifras como los más de 133.000 que llegaron a Panamá en el 2021, es la «falta de oportunidades en sus países de origen».

«¿Abandonaría alguien su país, si allí tuviera las condiciones de vida que se ve obligado a buscar en otras partes? La respuesta es sencilla: no», expresó el mandatario.

Es por ello que afrontar esta crisis migratoria exige «acciones eficaces y concretas en cada uno de los países, con esfuerzos regionales compartidos».

«En esto que debemos concentrarnos hoy y pasada esta cumbre», agregó el mandatario panameño.

En ese contexto, Cortizo habló de la necesidad de que las Américas enfoquen su atención en «problemas comunes», como la pobreza y la desigualdad, y se les enfrente «apoyados en la cooperación internacional, el diálogo y las acciones concretas y efectivas».

Los dramas sociales de la región se están viendo agravados por los efectos globales de la guerra en Ucrania, cuyo desenlace es «imprevisible», ante lo cual es más imperativo el llamado a «trabajar juntos en una mayor cohesión de la región».

Ello permitirá a los países de las Américas «transitar en esta cambiante realidad mundial, encontrar mecanismos, recursos financieros y mantenernos en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible», dijo Cortizo.

El presidente destacó el compromiso de Panamá en la lucha contra el cambio climático y a favor de la conservación, y volvió a asegurar que su país es un puente de unión en la región y para el mundo.

Cada país, dijo Cortizo, «tiene fortalezas únicas que puede aportar para superar los desafíos de hoy y el futuro», así Panamá puede «contribuir» con sus «capacidades logísticas (…) y sobre todo con la convicción de los panameños en el valor de la paz, la convivencia y la unión de nuestros pueblos».

«Panamá se pone a la orden para ser puente en nuestra región y unir, esa es la vocación histórica de Panamá», agregó el jefe del Estado.