Las operaciones de asistencia a Puerto Rico tras el paso del huracán María quedaron desde el miércoles en manos de un general de brigada con experiencia en zonas de combate, mientras crece la escasez de agua, electricidad, combustible y hasta el dinero en medio de una pesadilla logística en la isla.
El Departamento de Defensa nombró al General de brigada Richard Kim como jefe de las operaciones de emergencia y responsable de dilucidar las necesidades más urgentes en la isla.
La decisión de nombrar a Kim, general de una estrella, fue tomada luego de la visita del director de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés), William Long.
El Pentágono ha defendido la respuesta militar a la emergencia y asegura haber llevado a Puerto Rico todo lo que FEMA le ha pedido mientras se prepara para el esfuerzo de reconstrucción de la infraestructura dañada por el paso del huracán, un plan a largo plazo.
Pero la poderosa tormenta prácticamente ha creado una parálisis en el territorio estadounidense que podría durar semanas, sino meses, y mucha gente se está quedando sin medios para sobrevivir.
La mayor parte de los puertorriqueños no tienen agua potable, las comunicaciones son extremadamente deficientes y aunque desde el sábado el puerto de San Juan está repleto de contenedores con agua, medicinas y otras provisiones, los conductores de las empresas de transporte no se han presentado a sus trabajos y no hay manera de mover los contenedores.
La misión de Kim, en ese sentido, es la de tomar decisiones para llevar la ayuda donde más se necesita. “Es un gran paso en la dirección correcta”, dijo Elaine Duke, la secretaria interina del Departamento de Seguridad Nacional a los legisladores del Senado.
“Lo que el [Departamento de Defensa] está haciendo es ayudándonos a llevar las provisiones, pero también a abrir carreteras”, indicó Duke. “También dirigen la remoción de escombros, que es enorme. Todavía tenemos áreas a las que no podemos acceder por carretera”.
El nombramiento del General Kim parece responder a los reclamos de algunos legisladores en Washington, para que el presidente Donald Trump tome medidas más agresivas y urgentes para ayudar a Puerto Rico.
También atiende el llamado de más un centenar de legisladores demócratas —incluidos los boricuas Nydia Velázquez, José Serrano, Luis Gutiérrez y Daren Soto— que demandaron más apoyo del Pentágono como se hizo en Florida después del huracán Irma.
Se espera que con el cambio de logística, los alimentos y el agua embotellada llegue pronto a los más necesitados, y se normalice el suministro de combustible, no solo necesario para movilizarse sino también para hacer andar los generadores de electricidad particulares, que son la única alternativa viable en el corto plazo para la mayoría de los puertorriqueños.
Trump tiene planeado visitar Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses la próxima semana.