El balance del terremoto que sacudió hace una semana Turquía y Siria ascendió este lunes a más de 35.000 muertos y ante las escasas perspectivas de encontrar supervivientes los esfuerzos se orientan ahora a ayudar a los cientos de miles de personas que se quedaron sin hogar.
Pero, aunque cada vez es más difícil, todavía se hallan personas vivas entre las montañas de cascotes de ciudades que quedaron destruidas tras el temblor de magnitud 7,8 del 6 de febrero.
El lunes, un niño de 12 años fue rescatado en la provincia de Hatay, 182 horas después del terremoto, informaron los medios turcos.
El balance confirmado es de 35.224 muertos, 31.643 en Turquía y 3.581 en Siria, lo que convierte a este cataclismo en el quinto más mortífero desde el inicio del siglo XXI.
En Siria el registro de fallecidos permanece estable desde hace días, por lo que es probable que el balance suba próximamente.
La ONU denunció el fracaso del envío de ayuda para Siria, un país ya devastado por más de una década de guerra.
En una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad, convocada por Suiza y Brasil –a cargo del expediente humanitario–, el jefe de emergencias de la ONU, Martin Griffiths, que estuvo este lunes en la ciudad siria de Alepo, tiene que presentar una evaluación de la situación.