Por Gustavo Ocando Alex (VOA)

El proceso de diálogo político sobre Venezuela se inauguró el pasado viernes en Ciudad de México con pautas “muy cautelosas” y “neutrales”, observan analistas consultados por la Voz de América.

Delegados del gobierno de Nicolás Maduro y de la plataforma unitaria opositora de Venezuela firmaron la tarde del viernes en México un memorando de entendimiento para un proceso de diálogo “integral e intenso”, según lo describió el jefe del equipo facilitador del Reino de Noruega, Dag Nylander.

Las negociaciones incluyen reuniones periódicas de dos delegaciones de nueve integrantes cada una con la facilitación de Noruega y el acompañamiento de Rusia, Países Bajos y de un “grupo de amigos” aún por definir.

Jorge Rodríguez, por el oficialismo venezolano, y Gerardo Blyde, por la oposición, firmaron un documento que menciona siete puntos de agenda, entre los que destaca la discusión de que haya “derechos políticos para todos”, el levantamiento de sanciones económicas contra Venezuela, la convivencia política, así como “la renuncia a la violencia y la reparación de víctimas” de ella.

Noruega comunicó el domingo la finalización de la primera ronda de conversaciones y precisó que la próxima reunión será del 3 al 6 de septiembre. Según el memorando, el diálogo se rige por el principio de que “nada está acordado hasta que todo lo esté”, si bien da espacio a acuerdos parciales.

La politóloga venezolana María Alexandra Semprún observa que la redacción del memorando se rigió por cánones de prudencia diplomática. “Por lo trascendental de la negociación, están siendo muy cautelosos. La redacción de las pautas de la agenda es muy trabajada. Se ve en su contenido que cada palabra ha sido sopesada para ser muy neutral”, afirma a la Voz de América.

Considera que el punto más complejo a debatir es el electoral, el primero de la agenda firmada también por Noruega y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.

“La parte más difícil es el asunto de la negociación de las elecciones, porque es el mecanismo por el cual el gobierno procura mantenerse y la oposición busca el cambio. Y el electorado no cree en elecciones. Pero, realmente, la moneda de negociación son las sanciones económicas, en primer lugar, y la llamada ‘reparación de las víctimas de la violencia’, porque eso afecta la integridad y la libertad en caso de una transición”, precisa Semprún, docente universitaria.

El diálogo no pareció arrojar un fruto concreto en sus primeras reuniones, a pesar de que el dirigente oficialista Jorge Rodríguez hizo votos por “acuerdos tempranos” el día de la firma. Este domingo, se conoció que el gobierno de Maduro excarceló al dirigente de Voluntad Popular, Freddy Guevara.

Según Noruega, se pactó “un mecanismo de consulta” con los actores políticos y sociales de Venezuela y establecieron “máxima precaución” y ser “prudentes”.

Beneficios para las partes

Según el sociólogo y doctor en procesos políticos contemporáneos Juan Manuel Trak, tanto el oficialismo como la oposición venezolanos buscan “maximizar” en el diálogo de México los objetivos que no han podido alcanzar en sus conflictos.

“El gobierno quiere reconocimiento internacional-que lo ha conseguido-, quiere desbloquear activos, reducir sanciones y está dispuesto a ceder en algunos aspectos del tema electoral. La oposición logró un memorando con mucho contenido sobre los derechos políticos, elecciones, ejercicio de la ciudadanía, respeto al estado constitucional de derecho, e incluso de una búsqueda de una cultura de derechos humanos”, comenta Trak en entrevista con la Voz de América.

El politólogo venezolano José Vicente Carrasquero subraya que el memorando firmado en México es el resultado de meses de conversaciones con actores locales e internacionales, un de principios “profesionales” de negociación”.

“Quedaría de parte del grupo negociador establecer prioridades, a qué se le puede dar una mayor urgencia. El memorando está escrito de una forma tal que se incluyen gran cantidad de aspectos sin entrar en la gravedad de la situación de Venezuela”, en aguda crisis económica y política desde 2014, opina.

Trak, por su lado, cree viable la obtención de acuerdos expeditos para beneficiar al pueblo venezolano, como la compra de vacunas contra el COVID-19 y el levantamiento de sanciones para favorecer la producción local de gasolina.

Entre los puntos mencionados el viernes en Ciudad de México, se saludan las “iniciativas humanitarias” para paliar la falta de alimentos y vacunas contra el COVID-19 en el país suramericano, así como “la estabilización de la economía”.

“Hay que ir con cautela a mirar lo que está allí, sin hacerse más expectativas de las necesarias. El gobierno y la oposición han demostrado sistemáticamente que pueden iniciar mecanismos de negociación, pero que no los culminan y, en ocasiones, hay poca voluntad política, sobre todo por parte del gobierno, de cumplir y hacer verificable esos acuerdos”, advierte Trak.