Panamá, uno de los países con más casos detectados de la covid-19 en Centroamérica, entra en una nueva etapa de lucha contra la pandemia centrada en aprender a convivir con el virus, lo que eventualmente implicará la vacunación anual contra la enfermedad, dijo a Efe el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre.
«Panamá ha ido evolucionando, ha ido madurando, y al final lo que nos toca es aprender a convivir con este virus. Nos va a tocar posiblemente una vacuna anual, así como nos pasa con la influenza. Y para aprender a convivir tenemos que ir dando pasos», declaró el titular del Ministerio de Salud (Minsa).
Es por ello que a partir del 11 de julio próximo se eliminará el uso obligado de la mascarilla. Esta medida, impuesta en junio de 2020, se levantó parcialmente en marzo pasado para los espacios abiertos donde no hubiera aglomeraciones.
Desde el próximo lunes se ampliará a todos los espacios abiertos y cerrados, excepto para el transporte público, centros hospitalarios y los manipuladores de alimentos. Las escuelas tendrán la potestad de decidir si exigen o no el barbijo a los estudiantes.
El Ministerio de Salud insiste en la recomendación de que las personas inmunosuprimidas y los adultos mayores utilicen la mascarilla.
La suspensión del uso obligado de la mascarilla, que tendrá lugar cuando está en declive una quinta ola pandémica, se está dando «sin perder de vista» que así como ha sucedido en otros países «Panamá se pudiera volver a complicar» con la covid-19, admitió Sucre.
«Yo creo que la mascarilla llegó también, junto con la covid, para formar parte de nuestras vidas, pero ya es una elección de cada uno de nosotros (…) es cuestión de cada uno él cómo se convive con el virus, cómo me quiero cuidar», afirmó Sucre.
LOS ELEMENTOS PARA CAMBIAR EL ENFOQUE
Panamá, un país de 4,2 millones de habitantes que camina hacia el millón de contagios confirmados y supera las 8.368 muertes por la covid-19, ha sido uno de los países que más casos ha detectado en América Central. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha reconocido su capacidad de aplicar pruebas.
El ente regional ha destacado también el éxito panameño en la vacunación anticovid: al menos 71 de cada 100 personas objetivo (mayores de 5 años) tienen esquemas completos y el 79 % han recibido al menos una dosis, siendo uno de los países que tiene la mayor proporción de la población completamente inmunizada, por encima de la media mundial del 61 %, según datos al 11 de junio.
En ese contexto, ahora existen «suficientes elementos» para modificar el enfoque, entre ellos que la población está bien informada sobre la enfermedad, la baja tasa de letalidad del virus en Panamá, situada en el 0,9 %, y la solvencia de la red hospitalaria, explicó Sucre.
En el caso de la promoción, las autoridades «han cumplido con educar a la población: la primera línea de cuidado soy yo mismo, es el autocuidado, y creemos que ya la población está muy bien informada al respecto la gente ya sabe cómo cuidarse», dijo Sucre.
El sistema sanitario «está preparado», pues cuenta con «suficientes camas para atender a cualquier grupo de población que se vea afectado y se complique», y el personal acumula «la experiencia suficiente y sabe cómo tratar los casos de covid».
Panamá además cuenta con medicamentos como el Remdesivir, «que se aplica por vía intravenosa desde hace casi dos años», y ya adquirió «los antivirales de última generación Paxlovid y el Molnupiravir, que se están utilizando para controlar las complicaciones de la covid».
Y en cuanto a la inmunización «ahora vamos al siguiente paso: la vacunación de los niños de 6 meses a 5 años. Ya estamos en las coordinaciones para la compra de las vacunas para esos niños. Panamá ha ido evolucionando a la par de los grandes países», afirmó Sucre.