El pasado 29 de agosto, el licenciado Evaristo Esturaín, en representación del Movimiento Nacional Despierta Panamá, se presentó en nuestras oficinas acompañado por el vocero oficial de la organización, Ulices Barría, para solicitar una aclaratoria sobre una información publicada en la página 30 de la edición 358 de nuestro periódico.
Respetando el artículo 2 de la ley 22 de 2005, procedemos a otorgarles al Movimiento Nacional Despierta Panamá su derecho a réplica:
En el artículo publicado en la edición 358, el entrevistado Theoscar Lisboa hace alusión a nosotros, sin mencionarnos específicamente, pero sí refiriéndose a hechos que nos involucran, al referirse en el último párrafo de la entrevista a “que esos detractores han llegado al extremo de querer deportarlo por su labor…’No ha sido algo oficial, pero tengo entendido que han introducido cartas en los organismos competentes”, está más que claro que hace referencia, al movimiento, aunque hay otro grupo que se vio perjudicado en su momento, que son los estudiantes de la Universidad de Panamá.
Nosotros queremos dejar en claro que estamos en contra del descontrol migratorio. No es una persecución contra ninguna comunidad extranjera en específico, sino en contra de la política migratoria que se ha llevado en el país y que afecta a todos los que nos encontramos aquí, nacionales y extranjeros que quieren y respetan a Panamá, tomando en cuenta que nuestro país es muy pequeño y que tiene una capacidad muy limitada, tanto territorialmente como en población, servicios y demás y no tiene la posibilidad de absorber a tantas personas. Esa es la preocupación que tenemos y consideramos como panameños que es un punto que está en discusión y para eso existe el debate y la propuesta frente a las autoridades pertinentes.
Nos preocupa la situación porque crean un ambiente tenso que se puede ir resolviendo de otro modo. Nosotros seguiremos nuestro lineamiento ante las autoridades sobre el tema del descontrol migratorio, siempre agradeciendo a aquellos extranjeros que han venido al país a aportar, a contribuir y a promover la paz y a respetar a quienes nacimos en este lugar con nuestra identidad y cultura. Creemos que es importante saber que al establecerse en otro país se tiene que respetar las leyes y su cultura, aprender y compartir con las personas del lugar y sobre todo observar, callar, pues esa es la actitud que permitirá obtener la paz y la tranquilidad con los locales. Una actitud distinta a esa trae rechazo y conflicto.