Pura Campoverde

Abogada

pura@lecollect.net

@puraleyes

Adiós a esos tiempos de la casa de papel, donde los delincuentes robaban el dinero con pistola en mano, y huían sin dejar rastro.

Hoy la tecnología hizo que robar  “sin estar  físicamente” sea fácil, y sin dejar huellas, perdón ¡si!, sólo las huellas de aquella tercera persona inocente que por “buena gente” de victima, quedo siendo imputado, en otras palabras acusado de un delito.

Existen dos delitos cibernéticos muy frecuentes en bancos, e instituciones financieras , que cualquiera de nosotros puede ser victima, que se conocen como:

  1. Phishing: Cuando recibes un email indicando que su cuenta o servicio de banca en línea está por ser bloqueado o deshabilitado o  tiene algún problema, por lo que se le solicita que ingresar sus datos urgentemente para actualizarlos,  ese email también puede indicar que se ha ganado algún premio y que debe llenar información para reclamarlo. La mayoría de estos mensajes incluyen un enlace a una página web  similar a la de un banco o institución financiera, pero la realidad es que el enlace lo lleva a una pagina web suplantada (ficticia), donde se le solicita completar un formulario facilitando detalles de su cuenta bancaria, números de tarjetas o de identificación personal.
  2. Pharming: Este delito ocurre cuando descargas imágenes, ó programas de un  email  fraudulento, ó navegando por páginas indebidas, y abres archivos o vínculos enviados por email de dudosa procedencia, que infectan la computadora de un usuario con programas  conocidos como virus o  troyano, que lo redirecciona  a un sitio web de un banco a uno fraudulento para robar sus datos personales, y de esta forma cometer el  fraude.

¿Cómo podemos prevenirlos?

-No  descargue archivos adjuntos a emails que no sean fiables.

-No  navegue por sitios web  verificar que sean legítimos y confiables.

-Mantenga instalado su firewall y programas antivirus  que bloqueen cualquier violación cibernética.

-No haga caso a  mensajes con encabezados: “su cuenta se debe confirmar”, “usuarios del banco advierten”, “actualización de la seguridad del banco”, o “usted se ha ganado un premio del banco”.

-Sólo es fiable acceder a la web de su banco, o a la aplicación que haya descargado de sitios fiables.

-Verifique  la fecha de expiración del certificado de seguridad, lo encontrarás al realizar doble clic en el candado de seguridad del navegador.

-No responda mensajes  donde se le soliciten sus datos personales.

-Nunca proporcione información cuando las solicitudes le exigen urgencia o establecen consecuencias por no actuar de inmediato.

¿Cómo  pasar de  Víctima a  imputado?

Muchos de estos delitos se logran perpetuar cuando el “delincuente” usa a una tercera persona, es decir, cuando el “delincuente” logra robar la información personal  del cliente del banco a través de la  web fraudulenta, de inmediato utiliza dicha información  para acceder a la web legítima del banco,  y realizar una transferencia hacia la cuenta de una tercera persona, que en todas las ocasiones ese tercero desconoce todo el engaño.

El “delincuente” también engaña a la tercera persona, haciéndole creer que no posee cuenta bancaria, y que le urge recibir una transferencia de dinero, es ahí que el tercero queda involucrado, ya que éste le  presta o facilita sus datos de  cuenta bancaria, para que el “delincuente” reciba el  dinero,  y una vez ese dinero se refleja en la cuenta bancaria de la tercera persona, ésta  procede a retirarlo y entregárselo al “delincuente”, creyendo que hizo un favor,  sin tener la mínima sospecha que el dinero que ha recibido fue  robado de  un cliente de algún banco, ó institución financiera.

Al no tener rastros de quien comete el fraude cibernético, el único rastro del que se presume  sea  culpable es el de la tercera persona,  y salirse  de ese problema es bastante difícil, ya que son delitos considerados del Crimen Organizado, con prisión de 2, a 4 años,  que aumenta un tercio a una sexta parte  si se cometen contra el bancos.