La Fuerza Armada Nacional de Venezuela ascendió a cerca de 17.000 militares por lo que describen como su «lealtad» al presidente Nicolás Maduro.

El mandatario venezolano ha denunciado la existencia de supuestos planes de «conspiración» dentro de las Fuerzas Armadas, y a finales de mayo ordenó que fuera firmado en los cuarteles un documento que exige lealtad a su gobierno.

“Más de 17.000 ascensos reconocen en justicia el esfuerzo, el trabajo, la disciplina de más de 17.000 hombres y mujeres de nuestra Fuerza Armada. Debemos tener conciencia que lo más importante para un soldado en la patria de Bolívar es la moral , es el honor, es la doctrina histórica bolivariana”, dijo el mandatario.

En diálogo con la Voz de América, el exfuncionario de las Fuerzas Armadas venezolanas, Pedro Pedrosa, cuestionó la manera cómo fueron otorgados esos ascensos:

“Quienes les tocaba ascenso este año y no firmaron la carta, pues no ascendieron, los retardaron. Hay incluso oficiales que fueron número 1, los primeros de su promoción que no quisieron firmar y los retardan. Eso debe generar algún tipo de impacto a lo interno de las Fuerzas Armadas”.

La dirigente opositora María Corina Machado, no sólo repudió este procedimiento, sino que denunció conductas más graves: La persecución a algunos uniformados del país que permanecen privados de su libertad.

“Lo que está haciendo el régimen venezolano hoy contra oficiales y soldados de los cuatro componentes es brutal, no tiene precedente en Venezuela. Están obligando a militares venezolanos a torturar a otros militares y a sus familias”, dijo Machado.

Pero el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, defiende la validez de los criterios sobre los cuales se tomaron las decisiones. Entre ellos, según sus palabras, el hecho de que los ascendidos han demostrado «respeto a los derechos humanos» y jugaron un papel crucial «en la estabilidad institucional del país, en la preservación de la democracia venezolana, y de la paz».