Cerca de una docena de embarcaciones están afectadas por manchas de crudo producto de varias filtraciones ocurridas a lo largo del último año, afectando las labores de carga y descarga de petróleo en los principales puertos de Venezuela.
Petróleos de Venezuela (PDVSA) no ha podido costear su limpieza oportuna y, por esta razón, los tanqueros han tenido que esperar semanas antes de poder navegar en aguas internacionales, demorando aun más los despachos, según señala un reporte de Reuters.
Al 25 de enero, barcos cargados con unos 1,4 millones de barriles de crudo, diésel, gasolina, fuel oil y gas licuado de petróleo (GLP) estaban anclados en aguas venezolanas y del Caribe a la espera de limpieza de casco, indican documentos de comercio de PDVSA, verificados por datos navieros de Reuters.
Este es uno de los problemas más recientes que enfrenta la petrolera, una compañía estatal que desde el 2014 sufre una estrepitosa caída de sus ingresos por la venta de crudo, principal fuente de divisas de la nación.
“Los primeros días de diciembre PDVSA había logrado controlar un poco el problema en Bajo Grande porque necesitaba bajar los niveles de almacenamiento. Pero la mayoría de los buques está demorando ahora unas tres semanas”, dijo un inspector del Lago de Maracaibo, quien pidió mantener su nombre en reserva bajo el argumento de que no está autorizado a hablar con la prensa.
Otros 11 buques también estaban anclados, según reportes de principios de enero, por “retención financiera”, una clasificación usada por PDVSA para identificar a los tanqueros que han sido embargados o retenidos temporalmente por autoridades portuarias, empresas de inspección o agencias marítimas ante la acumulación de facturas sin pagar.
Los tanqueros fondeados por retención financiera están contribuyendo a los retrasos operacionales al tener inmóviles otros 2,9 millones de barriles de crudo y derivados sin entregar, según los datos disponibles.
Algunos socios de PDVSA han propuesto que las empresas mixtas que operan en la Faja del Orinoco asuman el pago en dólares de las facturas por servicios de limpieza para aliviar el embotellamiento, pero la firma estatal se niega para evitar complicar su flujo de efectivo, dijo un operador.