Foto: La Patilla.

El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, recordó que Navidad es Jesucristo, más que festejos. Exhortó a todos a orar “especialmente por Venezuela, para que todos los venezolanos queramos resolver nuestros conflictos de manera pacífica”.

A pesar de la difícil situación que vivimos, escasez de alimentos, de medicinas, de dinero en efectivo y la inseguridad creciente, podemos sentir la Navidad y la fuerza del amor de Dios que vence y supera todas las penas que podamos sufrir los seres humanos. Dios mismo se bajó hasta nosotros para levantarnos de la miseria moral del pecado, para iluminar nuestro camino en la vida, para ayudarnos con su ejemplo y con su gracia y fortaleza, a vivir una vida de virtud, superando las tentaciones y el mal del pecado, a creer en el futuro, en la felicidad eterna. Por eso la Navidad nos llena de gozo, alegría, seguridad y paz”, indicó.

También instó a practicar la misericordia, tal y como nos invitó su santidad el papa Francisco durante la celebración del Año Jubilar de la Misericordia que recientemente concluyó, una piedad que debe abarcar a todos e implica compartir nuestros bienes con los necesitados.

La misericordia también supone, según lo expresó Urosa dejar de lado la violencia, practicar y promover la tolerancia, el respeto a los demás, el perdón, el rechazo al odio y al rencor. También implica defender la vida humana desde su concepción hasta la muerte, defender y promover los derechos humanos, la convivencia social, la solidaridad y la paz.

Según reseña El Universal, invitó a participar en la Santa Misa en Navidad el 25 de diciembre y el 1 de enero la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. “Son días grandes, solemnes, de fiesta y de precepto, en los cuales estamos llamados a participar en la Eucaristía. Los invito a reconciliarse con Dios mediante el sacramento de la penitencia, y a comulgar devotamente, como expresión de nuestra voluntad de vivir de acuerdo a la Palabra de Dios. Oremos especialmente por Venezuela, para que todos los venezolanos queramos resolver nuestros conflictos de manera pacífica”.

Con gran afecto envío mi bendición episcopal a todos los habitantes de Caracas, especialmente a los más pobres, a los presos y a los enfermos, a quienes sufren de duelo reciente, a quienes se sienten solos y afligidos. ¡Dios es amor! Jesús es el Emmanuel, Dios con nosotros. Que Él derrame con creces su gracia y felicidad sobre ustedes en esta Navidad y les conceda un año 2017 lleno de bendiciones celestiales, de alegría y de paz”, expresó finalmente.