Decenas de migrantes centroamericanos que llegaron a la frontera sur de Estados Unidos buscando asilo tuvieron que pasar la noche del domingo a la intemperie del lado mexicano en el cruce de San Diego, luego que las autoridades estadounidenses anunciaron que el cruce ya estaba ocupado a su máxima capacidad.
De unos 150 migrantes, solo unos 50 lograron cruzar el paso peatonal conocido como El Chaparral, donde se entregaron a las autoridades a la espera de ser atendidos.
Pero poco antes de que el grueso de la caravana llegara, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP por sus siglas en inglés), dijo que el cruce en San Diego no podía aceptar más solicitudes por el momento.
“Es este momento hemos colmado nuestra capacidad en el puerto de entrada de San Ysidro como para que los oficiales de la CBP puedan admitir más personas que viajan sin la documentación de entrada apropiada”, dijo el comisionado Kevin McAleenan en un comunicado. “Esos individuos quizá necesiten esperar en México debido a que los oficiales de la CBP trabajan para procesar a quienes ya están en nuestras instalaciones”.
Algunos de los migrantes pudieron quedarse a esperar en los pasillos del edificio fronterizo, pero otros acamparon afuera de un portón en el lado mexicano con la esperanza de hacer el trámite el lunes.
Incredulidad
Nicole Ramos, una abogada que trabaja a nombre de los miembros de la caravana, expresó incredulidad acerca de que las autoridades estadounidenses no podían procesar a más solicitantes de asilo hasta desahogar sus pendientes.
“Han estado bien enterados de que iba a llegar una caravana a la frontera”, manifestó en conferencia de prensa. “El no haberse preparado y no disponer de suficientes agentes y recursos no es culpa de los más vulnerables entre nosotros. Podemos construir una base en Irak en menos de una semana. No podemos procesar a 200 refugiados. No lo creo”.
Los migrantes hicieron la travesía a pie, sobre trenes de carga y en autobús durante el último mes. Y muchos de ellos dijeron que temían por sus vidas en sus países de origen.
El gobierno de Trump ha estado siguiendo los pasos de la caravana desde que partió el 25 de marzo cerca de la frontera entre México y Guatemala. El secretario de Justicia Jeff Sessions ha dicho que la caravana es un «intento deliberado de socavar nuestras leyes y sobrecargar nuestro sistema”.
Viacrucis
A comienzos de abril, la caravana llegó a reunir hasta 1,500 migrantes provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador, desatando la ira del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ordenó a sus funcionarios de inmigración endurecer las medidas para detener la entrada ilegal de sus integrantes.
Más miembros de la caravana, que contaba con unos 400 integrantes cuando llegó a Tijuana, también planeaban buscar asilo.
Requisitos
Los solicitantes de asilo deben demostrar un temor bien fundado a ser perseguidos en sus países, pero a la abrumadora mayoría de los centroamericanos se les niega el refugio en Estados Unidos.
Después de pedir asilo, los solicitantes generalmente son detenidos durante tres días en la frontera y luego son entregados al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas. Si pasan una evaluación inicial con un funcionario de inmigración, los solicitantes pueden quedar detenidos o salir en libertad en Estados Unidos, pero con un monitor de ubicación en el tobillo.
Quienes son rechazados suelen ser deportados a sus países de origen.
El futuro de estos migrantes es incierto. Abogados estadounidenses de inmigración les advirtieron que podrían ser separados de sus hijos o que podrían estar detenidos durante meses.
La secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen dijo que las solicitudes de asilo serían procesadas “de manera eficiente y expedita», pero advirtió que se podrían presentar cargos contra aquellos solicitantes de asilo que hagan declaraciones falsas a las autoridades, así como contra las personas que ayuden u orienten a los inmigrantes a hacer declaraciones falsas.
Funcionarios del gobierno de Trump y sus aliados sostienen que el fraude de asilo está creciendo y que muchos solicitantes son orientados sobre cómo obtener asilo.