Vista de escombros de una casa destruida, este 26 de enero de 2017, después que un incendio forestal arrasara con la localidad de Santa Olga, en la región del Maule, unos 260 kms. al sur de Santiago (Chile). EFE

Las víctimas y daños causados por los incendios forestales que asuelan varias regiones de Chile han aumentado en las últimas horas con el hallazgo de dos cadáveres y la destrucción de más de mil viviendas en lugares poblados, informaron las autoridades.

En las sureñas regiones del Maule y Biobío se encontraron dos cadáveres masculinos entre los escombros de sectores arrasados, lo que elevó a diez el número de fallecidos desde que arreciaron las olas de fuego.

En Santa Olga, una localidad aledaña a la ciudad de Constitución, en la región del Maule que fue totalmente consumida por el fuego, se encontró el cuerpo de un hombre todavía no identificado.

La policía investiga si se trata de un lugareño o de algún voluntario que ayudaba a combatir el fuego, dijo a medios locales el comandante de los bomberos de Constitución, Alexis Crisóstomo.

Las llamas arrasaron con Santa Olga, destruyendo más de un millar de viviendas, los cuarteles de la policía y los bomberos, escuelas, un centro de atención médica e instalaciones industriales, informó el alcalde de Constitución, Carlos Valenzuela.

Unos 5.000 habitantes del poblado fueron evacuados a tiempo, aunque muchos debieron ser persuadidos por la policía para dejar sus hogares.

En el Biobío, a 500 kilómetros se Santiago, la gobernadora de Concepción, Andrea Muñoz, confirmó el hallazgo del cadáver de un hombre en el sector de Lloicura, comuna de Tomé, donde el fuego amaga varios sectores habitados.

El cuerpo fue hallado durante una ronda policial por los lugares siniestrados.

El miércoles, el fuego causó la muerte de un bombero y dos carabineros mientras trabajaban en la evacuación de pobladores en la región del Maule.

Antes murieron tres brigadistas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en la misma región y un agricultor que se estrelló con su moto contra un árbol mientras luchaba contra un incendio en la región de La Araucanía.

Se desconoce, además, la suerte de dos adultos mayores que han sido desaparecidos en las cercanías del río Maule.

En Biobío, además de Tomé, la atención está puesta en la ciudad de Penco, de 50.000 habitantes, que desde las últimas horas del miércoles permanece completamente rodeada por las llamas.

También en Biobío persistían focos de fuego cercanos a viviendas en San Andrés, San Carlitos, Millahue, Lloicura, Rinco I, Rinco II, Curaco, San Francisco y Los Quillayes.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ordenó hoy a sus ministros acelerar la ayuda a los damnificados y llamó a no sacar ventajas políticas de la catástrofe.

«No vamos a bajar los brazos ni un segundo hasta que la situación esté controlada», dijo Bachelet a los periodistas tras reunirse en la sede del Ejecutivo con varios de sus ministros y subsecretarios para evaluar la situación y los pasos a seguir.

La mandataria aseguró que gobierno puso desde el comienzo todos sus esfuerzos para enfrentar la emergencia, la peor de este tipo que ha sufrido Chile en su historia, aunque admitió que es difícil de controlar por las condiciones climáticas y por la intencionalidad que, al parecer, esconden varios de los incendios.

De hecho, en diversas regiones han sido imputadas hasta ahora alrededor de una quincena de personas como presuntos causantes de incendios.

Bachelet subrayó que la magnitud de los incendios «excede la previsión de cualquier gobierno normal», y criticó los reproches de la oposición de derecha, que considera que el Ejecutivo reaccionó tarde a la emergencia.

«Lo fundamental es siempre la unidad. Nada afecta más a nuestra capacidad de proteger la vida de las personas, que el intento de sacar pequeñas ventajas políticas o sembrar falsedades», sostuvo.

Confirmó además que Francia, Perú, México, Brasil y Colombia han enviado brigadistas para ayudar a combatir el fuego y se mostró dispuesta a prolongar la estadía del SuperTanker, la aeronave cisterna más grande del mundo, que este miércoles llegó a Chile y empezó a trabajar para extinguir las llamas.

La aeronave, con capacidad para 73.000 litros de agua y retardantes, realizó hoy varios vuelos sobre Hualañé, Vichuquén y otros lugares amagados en el Maule.

Fuentes gubernamentales confirmaron además que fue aceptada una oferta de Rusia de enviar aviones IL-76, con capacidad para 40.000 litros de agua, con la particularidad de poder dejarlos caer en un mismo punto, sin que se esparzan, pese al movimiento de la aeronave.

En las primeras horas de hoy llegaron a Chile 27 brigadistas colombianos que tras una breve escala en Santiago viajaron a la región del Biobío para unirse al combate.

Los incendios son combatidos por diversos medios, entre ellos 46 aeronaves entre aviones y helicópteros y cerca de 4.000 efectivos terrestres, incluidos bomberos, brigadas de la Conaf, militares y policías, además de los propios lugareños que tratan de mantener a salvo sus bienes.

La Conaf informó que hoy había un total de 103 incendios forestales, de los que 53 estaban en fase de combate, 48 bajo control y dos han sido extinguidos, con una superficie afectada de 273.533,7 hectáreas.