Centro de votación en un simulacro. Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez
Fuente El Nacional 
Analistas sugieren que el Partido Socialista Unido de Venezuela ganará la mayoría de las alcaldías y gobernaciones.
Pero ese eventual triunfo no significa que el chavismo cuenta con el respaldo de los electores, sino que, además de los años en los se promovió no participar en los comicios, en el país hay una crisis migratoria y aún persiste la desconfianza y el rechazo porque los ciudadanos consideran que no hay condiciones adecuadas. La intención de voto, principalmente, se ubicaría entre 40% y 50%
En opinión de Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, el mapa de Venezuela amanecerá mayoritariamente rojo al día siguiente, pero no descarta que los adversarios a Nicolás Maduro se queden con estados políticamente importantes como Zulia, Lara, Nueva Esparta, Mérida y Táchira.
Pero ese eventual triunfo del Partido Socialista Unido de Venezuela no significa que el chavismo cuenta con el respaldo de los electores, sino que, además de los años en los que la oposición promovió la abstención como herramienta de lucha, en el país hay una crisis migratoria y persiste la desconfianza y el rechazo hacia el proceso porque se considera que no hay condiciones adecuadas.
Con observación internacional
Grupos de expertos de la Unión Europea, de las Naciones Unidas y del Centro Carter observarán el proceso y presentarán sus informes con las observaciones y las sugerencias. Sin embargo, esos despliegues no han resultado suficientes para generar confianza en la ciudadanía. Se trata de un asunto más profundo que dependerá de lo que hagan, a partir de ahora, los dirigentes políticos.
“El resultado es que tú desmontaste o desarticulaste una parte importante de la maquinaria de acción, la motivación, y no es tan simple que voltees cuatro años después y le digas a la gente que vote y que luego todo el mundo votará. Esos procesos necesitan tiempo, necesitan esperanza, necesitan trabajo, liderazgo, que se va a construir, pero que se tiene que construir poco a poco”, dijo León a El Nacional.
La politóloga Mariana Bacalao manifestó a este diario que la abstención es una ruta en la que no se encuentran avances ni cambios positivos para los ciudadanos. Resaltó que con la participación electoral ha habido triunfos antes de la llegada de Hugo Chávez al poder y durante los últimos 22 años.
“Votar es participar. No es la única manera, pero es una fundamental. El ejercicio del voto es piedra angular. Es, nada más y nada menos, la fórmula desde donde se expresa la soberanía popular. En Venezuela hay que rescatar la democracia, transitar una ruta de reinstitucionalización y eso solo es posible con la participación de la gente”, manifestó.
Marcos Hernández López, director de la firma de estudios de opinión Hercon Consultores, afirmó que la abstención favorece al gobierno nacional. Es decir, que le permitiría al chavismo seguir ganando, a pesar de que solo cuenta con una minoría.
Efecto de “brazos caídos”
Bacalao dijo que votar este domingo no significa que las personas lo hacen desde la ceguera, el desconocimiento o una ingenuidad crónica, sino que, por el contrario, entienden el rol de la ciudadanía ante las inequidades y las violaciones al derecho a elegir y a ser libres.
La abstención crea un efecto de ‘brazos caídos’, de inacción, porque la gente internaliza que la realidad actual, con la que no estoy de acuerdo, con la que vivo mal y marginado, no puede ser modificada. Y eso, desde luego, solo beneficia a quienes están en el poder”, dijo.
El politólogo Ricardo Sucre, en conversación con El Nacional, dijo que en estas elecciones quizá se registre un poco más de participación que en las elecciones parlamentarias del 2020. Estima que entre 9 a 11 millones de votantes pudieran asistir a las urnas electorales para elegir a los alcaldes y gobernadores.“Pienso que esta elección, de alguna manera, definirá cómo el gobierno y la oposición asumirán el conflicto. Lo central es si se van a repetir los patrones del pasado o si habrá una regularización del conflicto dentro de un sistema autoritario. Parece algo contradictorio, pero podría permitir a la oposición construirse como alternativa”, manifestó.
En términos porcentuales, Sucre considera que la participación se ubicaría entre 40% y 50%. “Mucha gente ve que la abstención no tuvo resultados, por supuesto, hay más competencia, hay gobernaciones, alcaldías, que llegan a los ciudadanos más que un diputado y hay observación internacional, ciertas cosas, va el G4, entonces pensaría que hay un interés mediano”, manifestó.
El reinicio de la oposición
León agregó que el reinicio no sería con participaciones masivas y que el objetivo central de la oposición con la postulación de candidatos para estas elecciones era obtener oxígeno y darle vida a su liderazgo porque la popularidad de sus líderes está debilitada y no cuentan con suficiente respaldo.
León manifestó que el replanteamiento de la oposición se logrará a medida de que se movilice el país, se articule la lucha, se rescate el voto, se tengan líderes otra vez en las calles y de que los partidos políticos logren conectarse con las maquinarias.
“Lamentablemente hay varios elementos que juegan en contra de lograr unos resultados suficientemente sólidos como para provocar esa reanimación y esa reoxigenación de liderazgo. Y que también puedan retar al liderazgo existente, que está debilitado en términos de popularidad. La oposición no solo lucha con la abstención, sino que también lucha con la división, que fue muy importante en estados centrales donde podría ganar”, dijo.
Eduardo Semtei, exvicepresidente del Consejo Nacional Electoral, dijo a El Nacional que la intención de voto en las municipales y regionales no ha variado mucho en Venezuela ni en muchos lugares del mundo porque se considera una elección de menor trascendencia y lejana, de alguna manera, de las decisiones relativas al Poder Ejecutivo.
En el país, precisó la participación ciudadana en estos comicios ronda entre 40% y 50%.
Oposición, “en un mariposeo inexplicable”
“No hay razones para pensar en un incremento sustantivo, menos aún cuando una parte de la oposición anduvo por muchos años en un mariposeo inexplicable de ir a elecciones y luego no ir y luego ir y luego no ir. Entre la abstención y el sueño de una invasión armada que desalojara del poder al chavismo y pusiera a Leopoldo López o a alguno de su grupete se fue debilitando y de allí, pienso, es una quimera, una ilusión, calcular que puede aumentar la población que vote efectivamente”, señaló.
Candidatos lograron reconectar
León señaló que, en términos de desenvolvimiento, la oposición tiene el relevante problema de la división y que hay candidatos que lograron reconectar con su masa y que tendrán resultados positivos el 21 de noviembre. Consideró lamentable que la oposición no haya podido presentar una oferta real. Afirmó que el chavismo no ha sido tan activo en este proceso porque sabe que la oposición se encuentra fracturada y que la abstención le favorecerá.
“Quieren, más bien, buscar una especie de reconocimiento, y ese reconocimiento lo buscan portándose un poco mejor en términos de control: tú no vas a ver los camiones de las empresas del Estado moviendo gente explícitamente, por ejemplo. De alguna manera el chavismo quiere que estas elecciones sean un poco más transparentes, e incluso está un poco dispuesto a perder algunos espacios para eso. Es lo que parece en su acción”, observó el presidente de Datanálisis.
Hercon Consultores maneja que la intención de voto en este momento se ubica entre 48% y 52%. Una participación que Hernández López calificó de significativa, pero que con la oposición dividida no se alcanzarían los objetivos de varios triunfos que pueda aspirar la Mesa de la Unidad Democrática.
Ha habido avances
Bacalao afirmó que ha habido avances desde que se juramentaron las nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral. Señaló que, para entender la importancia de las elecciones, debe verse como un hilo de acontecimientos que arrancó en mayo pasado, cuando la Asamblea Nacional de 2020, electa con flagrantes omisiones y violaciones a las normas y principios establecidos en la Constitución, designó a ese CNE.
“Esa designación, sin embargo, entrañaba el potencial de abrir oportunidades de avances positivos en el sistema electoral y lo ha hecho. De la misma manera, estas elecciones del domingo entrañan un nuevo mapa de fuerzas y unas oportunidades que no deben ser desestimadas”, expresó.
Indicó que hay más de 21 millones de electores habilitados para escoger 23 gobernadores, 335 alcaldes, 253 miembros de consejos legislativos de estados y casi 2.500 concejales. Aseguró la experta que no tiene dudas de que la posibilidad de participar y generar acciones, a favor o rechazando esas opciones, tiene un valor que no puede desdeñarse pese a las inhabilitaciones políticas o el innegable ventajismo electoral.
“Son además cargos que tendrán un impacto directo en nuestra vida cotidiana. Estas elecciones son la continuación de un proceso de cambio y de salida de la inercia. Es parte de una ruta que apuesta por la recuperación de derechos y garantías democráticas. Ruta que se encuentra todavía en una fase inicial y que, por esa misma condición, es frágil. Hay diversos intereses que no coinciden con la búsqueda de soluciones para el pueblo venezolano. Visiones que se han divorciado de las aspiraciones y necesidades urgentes de la gente”, manifestó Bacalao.
Oposición vuelve a la lucha activa
Luis Vicente León añadió que, con la participación en las elecciones, la oposición vuelve a una lucha más activa, con los problemas de abstención, fractura y división. Pero, agregó, es la manera en que se pueda resolver un statu quo que no ha resultado positivo.
“El hecho de que la oposición no sea hiperexitosa en términos de resultados, va a ganar en estados significativos, porque puede triunfar si hablamos de Zulia, Lara, Mérida, Nueva Esparta y Táchira. No es que no se vayan a lograr resultados interesantes. Es decir, la oposición está en una lucha que vale la pena, aún cuando no es una lucha mayoritaria porque está regresando luego de muchos años de abstención y para replantear los liderazgos opositores”, dijo.
“Puede ser que el resultado sea frustrante para algunas personas, pero si el objetivo concreto era regresar al juego, más bien podría ser interesante e importante. Sobre todo para replantear a la oposición con una lucha diferente a futuro que podría ser más exitosa que la que tiene hasta ahora”, agregó.
Semtei planteó asimismo que existe la posibilidad de que el descontento contra el gobierno de Nicolás Maduro —que tiene un porcentaje elevadísimo de 80%, según el exrector del Poder Electoral—, pueda expresarse y convertirse así en una derrota severa para el chavismo. Esto anunciaría una posible victoria en unas eventuales presidenciales.
Señaló también que con estas elecciones se terminaría por definir claramente dónde reside el mayor apoyo de los electores entre las dos corrientes principales: “Por un lado Henri Falcón, Javier Bertucci, Claudio Fermín, Bernabé Gutiérrez, Laidy  Gómez y por el otro la llamada Mesa de la Unidad Democrática”.
Obligaría a la oposición a unirse
El exvicepresidente del CNE afirmó que hay la posibilidad cierta de que se defina una nueva geografía política entre el chavismo y la oposición, y que esa situación obligue a quienes adversan al gobierno de Maduro a unirse en unas eventuales elecciones nacionales.
Manifestó que si la Unión Europea y el Centro Carter certifican que no hubo irregularidades y que los resultados representan la opinión el electorado venezolano, se “derrumbaría todo el aparataje montado” por el expresidente estadounidense Donald Trump “basado en amenazas, sanciones y reconocimiento de un poder dual se derrumbaría, dándole a Maduro cierto matiz de legitimidad”.
“Para el país estas elecciones son determinantes únicamente si se le propina una paliza al chavismo, cosa que no es fácil ni anda a la vuelta de la esquina. El chavismo tiene una base dura de votantes de unos 4 millones. Si de 20 millones de electores sufraga 40%, es decir, unos 8 millones, el chavismo tendría asegurado 50% de los votos y la oposición solo podría derrotarlos en una unidad total, absoluta y perfecta, pero estamos divididos, por lo menos, en tres grandes toletes”, señaló.
“Mapa rojo. Eso es lo que vamos a ver”
Luis Vicente León precisó que en la última encuesta que realizaron cerca de 48% de la población indicó que iba a votar, pero, subrayó, ese es el máximo de participación esperada porque es sobre la gente que está en Venezuela.
“Cuándo se calcula sobre el padrón electoral total, hay gente que no puede votar porque no está en Venezuela y no se ha retirado del padrón. El país es claramente es opositor, pero el país electoral no. El país electoral, al haber perdido por abstención una parte importante de los electores opositores, hay clústeres mucho más parecidos que se enfrentan de forma más balanceada. Y luego, como hay divisiones, se pierden espacios opositores que hacen que la proyección obviamente sea de que los escenarios optimistas son los de algunos estados principales, pero mapa rojo. Eso es lo que vamos a ver”, explicó.
Oposición, ¿se prepara para otras elecciones?
El presidente de Datanálisis subrayó que los cambios de estrategias son naturales y que las personas no pueden criticar el hecho de que la oposición reoriente el camino que había tomado.
“Tú puedes cambiar cuando te das cuenta de que tu estrategia original no funcionó, porque no estaba bien planteada o por lo que consideras conveniente, pero, en la práctica, el tema es que te das cuenta de que la estrategia abstencionista no funcionó. Eso no quiere decir que ir a la elección te va a funcionar de inmediato, pero sí quiere decir que sí estás viendo que tienes tres años, que los líderes se debilitan en términos de popularidad, que los partidos pierden fuerza, ¿no crees que tienes que ir a algo diferente? La oposición seguirá buscando los mecanismos de negociación política porque los otros no han llevado a ningún evento positivo”, concluyó León.
Semtei señaló, asimismo, que no hay planes generales en la oposición y que los dos sectores más importantes (Mesa de la Unidad Democrática y la Alianza Democrática) esperan los resultados para saber quién es mayoría y, entonces, planificar sus nuevas acciones.
Francisco Sucre cree que en estos comicios se definirá cómo será el conflicto político en el futuro y se sabrá si el gobierno chavista está en capacidad de reconocer, en términos de igual, a la oposición, y de ”moderar su autoritarismo”.
”La oposición deberá demostrar que es capaz de construirse como alternativa. Es decir, el gobierno se juega la posibilidad de una gestión, pero eso pasa por reconocer a la sociedad no chavista y la oposición se juega su viabilidad, si es posible que pueda ser alternativa al gobierno en las elecciones de 2024. El revocatorio ya es una discusión que se podría dar”, dijo.
Un posible referendo, “un nuevo enfrentamiento”
“Los sectores radicales proponentes de una salida violenta, digamos un golpe de Estado, un alzamiento militar, una invasión no han abandonado sus peregrinas ideas a pesar de que la realidad los abofetea a cada momento. Incluso, me atrevería a decir que la eventualidad de un referéndum revocatorio a Maduro representará un nuevo enfrentamiento. Por cierto, (Leopoldo) López y (Juan) Guaidó, a pesar de que con pena y disimulo a través de varios candidatos a gobernadores y alcaldes están participando, ellos directamente no se atreven a llamar abiertamente a la abstención ni tampoco a votar. La posibilidad de un cambio real en la oposición está supeditado a que uno de los factores resulte a los ojos de la población electoral como un claro triunfador y una evidente mayoría dentro del mundo ajeno al chavismo”, agregó Semtei.
Bacalao subrayó que la participación en los procesos electorales es una manera de mitigar la crisis de legitimidad y de liderazgo que atraviesa Venezuela. Reiteró que es una oportunidad de fortalecer a los nuevos líderes que representen los valores democráticos.
Se deben impulsar los cambios
“Esta es una oportunidad de fortalecer esos nuevos liderazgos que representen los valores democráticos. Impulsar los cambios es tarea de todos y por supuesto una fundamental del liderazgo político. No basta con quejarse y exigir mejoras institucionales en garantías y condiciones para ejercer el voto. Como ciudadanos también estamos mirando hacia las diversas agrupaciones políticas preguntándonos: ¿qué están haciendo para contribuir a la reconstrucción de la democracia, el derecho al voto o el derecho a elegir? Y lamentablemente para algunos es prueba no superada”, expuso la politóloga.
El director de la firma de estudios de opinión Hercon Consultores planteó que una parte de la oposición piensa en organizarse y otra cree que con posturas y narrativas heroicas se logrará el objetivo del cambio en el país.
“La verdad que en política los milagros no existen, y si no se reorganizan la historia pasará sobre ellos con nuevos actores. Los cambios son necesarios y saludables para la propia existencia de una oposición democrática revitalizada y con un foco en la lucha diaria al lado de los ciudadanos que andan agotados y sonámbulos por culpa de este mal gobierno”, afirmó Hernández López.
Planteó que la significación de los resultados del próximo domingo están conectados con el 2022, año que posiblemente se active el referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro. El experto dijo que es una oportunidad democrática para desplazar al gobierno revolucionario de Miraflores.
“No obstante, los resultados serán determinantes al momento de decidir si activarlo o esperar otra estrategia de lucha política. El 21N es un momento histórico para ganar espacios importantes en los corredores electorales mirando el 2022”, añadió.