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La gerencia del Aeropuerto Internacional de Tocumen, el más grande de Panamá, reconoció este viernes que le preocupa que la empresa Odebrecht no pueda concluir la nueva terminal que está construyendo, por más de 800 millones de dólares, y que no descarta buscar un «plan b».

«Cada día vemos más acusaciones (contra la multinacional brasileña) y esto sí es un motivo de preocupación para Tocumen porque nosotros tenemos que acabar la obra», indicó este viernes a los periodistas el gerente general de la terminal, Joseph Fidanque III.

Fidanque III dijo que, dada la situación de la empresa, considera que no hay «ninguna garantía» de que pueda acabar la obra, por lo que, añadió, «hay que buscar un plan b».

Sin embargo, el ejecutivo también reconoció que cambiar de contratista cuando las obras llevan un 60 % de avance «no es fácil» y «puede ocasionar un retraso importante».

«Si ellos no terminan las obras, Tocumen tiene fianzas válidas de 200 millones de dólares», explicó el directivo.

Odebrecht, que ganó en 2012 la licitación para ampliar el aeropuerto, se encuentra envuelta en un escándalo de corrupción y supuestos sobornos en varios países de Latinoamérica, incluido Panamá.

El pasado 28 de diciembre, Odebrecht Panamá aseveró en una declaración pública que «junto a sus 8.000 colaboradores ratifica el funcionamiento normal de sus operaciones en el país para el cumplimiento en tiempo y forma de todos los proyectos en ejecución».

La futura terminal, diseñada por el prestigioso arquitecto británico Norman Foster, se está levantando al sur del aeropuerto actual y contará con 20 puertos de embarque, una calle de rodaje, una tercera pista de aterrizaje, una torre de control y acceso directo a la autopista periférica de la capital.

Además de la ampliación del aeropuerto de Tocumen, la empresa construye la línea 2 del Metro de Panamá, por más de 1.857 millones de dólares, y la renovación de la ciudad de Colón, por 537 millones de dólares, entre otros proyectos.

La constructora brasileña se comprometió el pasado 12 de enero a pagar a Panamá «los primeros 59 millones de dólares» en concepto de fondo de garantía mientras una fiscalía especial anticorrupción, creada a finales de diciembre, investiga en exclusiva los casos de supuesta corrupción que la salpican.

Según el Ministerio Público, actualmente se está investigado a cuatro personas cuyos nombres fueron mencionados por la multinacional pero que no han sido revelados a la opinión publica.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos indicó en un informe difundido en diciembre pasado que Odebrecht desembolsó 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de América Latina y África, de los cuales 59 millones fueron pagados en Panamá entre 2009 y 2014.

El Gobierno panameño vetó en diciembre pasado la participación de Odebrecht en nuevas licitaciones hasta que la empresa resarza al Estado y colabore con las investigaciones judiciales en el país, pero distintas organizaciones sociales están pidiendo emprender más acciones y revelar los nombres de los supuestos sobornados.

La multinacional brasileña alcanzó ya un acuerdo judicial con los Gobiernos de EE.UU., Brasil y Suiza para pagar multas que suman unos 2.047 millones de dólares.